En octubre de 1970, en el número 6 de la calle Byard Lane de Nottingham (población situada a unos 200 kilómetros al norte de Londres), un joven y desconocido diseñador abría su primera tienda de ropa: Paul Smith Vêtements Pour Homme. Medio siglo después, su nombre ya forma parte de la historia de la moda británica.
Además de ropa moderna y rompedora, difícil de encontrar a principios de los años setenta en una ciudad como Nottingham, los pequeños estantes de aquel precario establecimiento original (la tienda sólo abría dos días a la semana y apenas ocupaba una habitación de tres metros cuadrados) mostraban sus primeras creaciones propias, las primeras prendas Paul Smith.
Para colmo, aquellos primeros curiosos que entraban en su diminuto local se encontraban a un peludo lebrel afgano recostado en un rincón, su perro Homer, al que Paul Smith había nombrado (el sentido del humor siempre estará presente en sus colecciones) como gerente de la ‘boutique’.
En 1976, no demasiado tiempo después, Paul Smith presentaba en París (ciudad en la que tradicionalmente ha presentado siempre sus desfiles y no en Londres, como cabría suponer) su primera colección, un puñado de diseños de corte casual o ‘semi-formal’ en el interior de un piso del Boulevard de Vaugirard que un amigo le había prestado. Los modelos, por supuesto, no eran profesionales y habían sido elegidos entre sus conocidos más cercanos.
Creo que es el único show de moda de toda la historia en el que los invitados tenían que llamar al timbre de la puerta para poder entrar en él», recuerda divertido el propio Paul Smith.
No todo el mundo lo sabe, pero -antes de decidir convertirse en diseñador de moda- Paul Smith estuvo a punto de convertirse en ciclista profesional (con 17 años corría en un equipo ). Sin embargo, un desgraciado accidente torció su carrera, obligándole a buscar nuevos horizontes.
Desde entonces, las bicicletas siguen siendo una pasión para él y se encuentran entre los motivos más frecuentes de sus creaciones (como en estos gemelos de la imagen inferior).
Si existe alguna característica que defina su estilo ésta es sin duda la creatividad (además de su amor por el arte y el diseño). Década a década ha ido construyendo un legado que no se limita al armario habitual (trajes, camisas, pantalones, zapatos, accesorios, etc) sino que abarca todo tipo de productos -desde cepillos de dientes a artículos de papelería- y siempre con su sello (las rayas multicolores y los motivos pop son también seña de identidad del universo Paul Smith).
Este otoño, por tanto, la marca cumple 50 años de historia y, para celebrarlo, acaba de darse a conocer una campaña que rememora y revisita sus primeros años de historia.
Su creador es el diseñador gráfico Wei Prior, quien -a través de una serie de viejas fotografías del archivo personal de Paul Smith- reinterpreta el espíritu de aquellos primeros años en unos grabados de estilo collage, plenos de vitalidad, atrevimiento y cierta encantadora inocencia.