La propuesta que Ursula von der Leyen lleva al Parlamento Europeo asigna a España 75.000 millones de euros en ayudas a fondo perdido, el 15% del total
España tendría acceso a 140.446 millones de euros del fondo de recuperación propuesto por la Comisión Europea para relanzar la economía tras la pandemia, de los cuales 77.324 millones llegarían a través de transferencias directas y el resto como préstamos a devolver, según los datos a los que ha tenido acceso Europa Press. Así, España sería el segundo país más beneficiado de este fondo por detrás de Italia, que recibiría un total de 172.745 millones de euros, de los cuales 81.807 millones serían subvenciones no reembolsables y el resto, créditos.
En total, el Ejecutivo comunitario plantea a los Estados miembros un plan de reconstrucción de 750.000 millones de euros que sería canalizado a las capitales sobre todo a través de subsidios, unos 500.000 millones.
Se trata, sin embargo, de una propuesta de Bruselas que ahora debe ser discutida por los jefes de Estado y de Gobierno y acordada con el Parlamento Europeo, por lo que las cifras que contemple el acuerdo final sobre el plan de reconstrucción serán distintas.
En cualquier caso, Italia y España son los dos mayores beneficiados del reparto previsto por Bruselas y con una gran distancia con respecto a los siguientes países. El siguiente, de hecho, sería Polonia, que accedería a 63.838 millones de euros del plan (37.693 en subsidios).
Después se situarían Francia (38.772 millones en total), Grecia (31.772 millones) Rumanía (31.206 millones), Alemania (28.806 millones) y Portugal (26.361 millones). Por debajo de la barrera de 20.000 millones se situarían países del este como República Checa (19.211 millones), Hungría (15.069 millones), Eslovaquia (12.814 millones) y Bulgaria (12.370 millones).
La asignación correspondiente al resto de socios comunitarios está por debajo de los 10.000 millones, siendo Luxemburgo el país que recibiría una dotación más baja, de 170 millones de euros.
En total, el Ejecutivo comunitario plantea a los Estados miembros un plan de reconstrucción de 750.000 millones de euros que sería canalizado a las capitales sobre todo a través de subsidios (500.000 millones, un 66% del total). El resto, 250.000 millones, tendría la forma de préstamos y representaría un 33% del fondo.