Si su instalación fue la demostración de la gravedad de la epidemia del coronavirus, el desmontaje que ha comenzado en Cataluña de los hospitales de campaña en determinados pabellones de Barcelona supone la confirmación de que poco a poco se le está ganando la batalla a la COVID-19.
Y es que la Generalitat y el Ayuntamiento de Barcelona han comenzado a desmontar los pabellones del CEM Guinardó y el Claror Marítim que han funcionado como extensiones de los hospitales de Sant Pau y del Mar, respectivamente, durante la fase más dura de la epidemia del coronavirus.
El departamento de Salut de la Generalitar ha informado de que antes de junio cerrarán otros dos espacios habilitados en Vic (Barcelona), el Alberg Xanascat y el pabellón Vic Salud, y que durante el mes de junio se desmantelará la Residencia Cataluña, en Manresa (Barcelona).
El material procedente de estos pabellones se va a almacenar de forma que pueda utilizarse de forma rápida ante un caso de rebrote de coronavirus en la ciudad de Barcelona.