La falta de datos actualizados impide conocer el alcance real del problema, pero según un estudio del Instituto de Innovación Educativa y Desarrollo Directivo de 2006, el 25% de los niños ha sufrido acoso escolar en alguna de sus formas.
La mayoría de las víctimas de bullying son niñas y niños de entre 8 y 12 años de edad.
TODOS TENEMOS UN PAPEL QUE JUGAR EN LA LUCHA
Una de las grandes preocupaciones para los padres sobre el bullying es la posibilidad de que sus hijos lo reciban o lo ejerzan. Su rol a la hora de detectar que su hijo está sufriendo acoso escolar (sabiendo decodificar las señales, aunque no sean verbalizadas) es crucial para poder solucionarlo.
Es clave romper el silencio ante el bullying y actuar sin miedo y con determinación, ya que de esta forma se puede prevenir y actuar ante esta problemática de manera efectiva.
No es de menor importancia no dejar atrás al agresor, este niño también necesita ayuda para aprender a canalizar sus emociones de manera adecuada. Dejarlo atrás sería ignorar su situación y permitir que continúe agrediendo a otros niños.
Guía de señales de alarma que permiten detectar casos de acoso escolar.
Algunas de las señales son:
– Cambio en la conducta y el estado de ánimo del niño o niña: aumento o disminución del rendimiento escolar, ausencias frecuentes de la escuela, alteraciones del sueño, dolores de cabeza, estómago, etc.
– Cambios en la forma de vestir: más llamativos o más discretos.
– Cambios en el comportamiento: más rebelde, agresivo o más introvertido.
– Rechazo hacia algún compañero(a): no quiere estar con nadie en concreto.
– Dificultad para relacionarse con otros niños o niñas.
– Síntomas de depresión, ansiedad o estrés.
– Otras señales: baja autoestima, miedos, trastornos del apetito, dificultad para concentrarse, aislamiento, etc.
Consejos para padres y madres:
– Conocer a los amigos(as) de los hijos(as)
– No dejar a los niños(as) solos en la calle.
– Mantener una relación cercana y cálida con los hijos(as).
– Fomentar su autonomía y autoestima.
– No tener actitudes violentas en casa.
– No comentar con los niños(as) otras experiencias de acoso escolar.
– No culpar a los niños(as) de lo ocurrido.
– No actuar de forma imprudente o impulsiva.
– No intentar resolver la situación por su cuenta.
– No aceptar que este tipo de comportamientos es algo normal.
– No ser indiferente ante estos hechos.
– Ponerse en contacto con el profesorado de los hijos(as) para conocer su opinión sobre lo que está pasando.