Según publica este miércoles The New York Times citando fuentes militares estadounidenses, altos mandos del Ejército ruso han debatido sobre la conveniencia o no de un ataque nuclear «táctico» en Ucrania y de cuándo sería el momento adecuado.
Aunque las fuentes del diario señalan que no hay indicios de un lanzamiento inminente y no se han detectado movimientos de armas nucleares o medidas que puedan sugerir que se esté preparando un ataque, destacan que el mero hecho de que la cúpula del Ejército ruso hable de ello ha provocado alarma en Washington.
Las conversaciones aludidas se habrían producido a mediados de octubre y habrían alertado al Gobierno estadounidense porque sugerirían que va en aumento la frustración en Rusia por las derrotas en Ucrania de las últimas semanas.
La amenaza nuclear ha sido utilizada de forma recurrente por Rusia tras el comienzo de la invasión de Ucrania. El último dirigente ruso en hablar de ello fue el ex presidente y vicesecretario del Consejo de Seguridad de Rusia, Dimitri Medvédev, que en un reciente mensaje a través de Telegram avisó de que «sólo la victoria completa y definitiva de Rusia» en Ucrania podría evitar un conflicto nuclear.
Putin rechaza ahora un ataque nuclear
Unos días antes, no obstante, Vladimir Putin descartó el uso de armas nucleres en Ucrania. En una intervención en el plenario del club de debate Valdái en Moscú, instó a leer la doctrina de disuasión nuclear de Rusia que no contemplaría un ataque preventivo y prevé que Rusia sólo utilizará «armas de destrucción masiva, armas nucleares, para la defensa de su soberanía, integridad territorial y para garantizar la seguridad del pueblo ruso».
«Nosotros nunca hemos hablado directamente sobre el posible empleo por parte de Rusia de armamento nuclear. Sólo respondimos a las declaraciones realizadas por los líderes de los países occidentales», dijo Putin, que cuando anunció en septiembre la movilización de 300.000 reservistas volvió a agitar el fantasma de la bomba atómica.
En su intervención, señaló que no veía sentido «ni político ni militar» a utilizar una bomba sucia contra Ucrania y añadió que es Occidente la que chantajea a Rusia con este armamento.