CLM: Los ciudadrealeños cada vez más preocupados por el aumento continuado de los productos de primera necesidad

supermercado carro
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Un estudio refleja que la subida de los precios de los carburantes, los huevos, aceite, leche y la calefacción es una amenaza para el bienestar de las familias españolas, ya que estos son productos de primera necesidad y cuya subida supone un agravio comparativo frente a otros países europeos.

El incremento de la cesta básica es una de las principales quejas de los ciudadrealeños en la actualidad, ya que no solo se trata de la subida de los productos que compran habitualmente, sino también de la escasez de otros, que se suma a esta situación.

A la cabeza, la calefacción, el alumbrado y la distribución del agua. En doce meses, las facturas se han encarecido, para los ciudadrealeños, más de un 33 por ciento. Un porcentaje que también roza el incremento de los precios de los huevos, el alimento que más ha subido su valor desde septiembre de 2021. Cuestan ahora un 30 por ciento más. Disparados también están los precios del aceite, la leche, los cereales, la carne de ave y las patatas. Todos valen, como mínimo, un 20% más.

El aumento del precio de los combustibles también es notable. El litro de gasolina, de media, cuesta ahora un 17 por ciento más que hace justo un año. En el caso del diésel, el alza de su precio es todavía mayor, del 43 por ciento, según recoge el Ministerio para la Transición Ecológica.

Llenar un depósito en vísperas del día de Todos los Santos del año pasado costaba entre 68 y 74 euros, según fuera un coche de gasóleo o gasolina. Este viernes, entre 76 y 98 euros, descuentos incluidos, para un vehículo de gasolina, más barato ahora, y uno diésel. Los dos combustibles encadenaron dos semanas seguidas de alzas de precios tras un septiembre a la baja que aligeró seis euros el llenado de los depósitos, con unos surtidores que amenazaban, de nuevo, con romper la barrera de los dos euros, como ya ocurrió este verano.

Muy atrás queda el recuerdo de la primavera de 2020, cuando el litro de gasóleo estaba por debajo del euro y el de gasolina apenas superaba un euro.