El Ayuntamiento de Quintanar del Rey ha solicitado formalmente al de Villanueva de la Jara la paralización cautelar de la instalación de la macrogranja que, aunque ubicada en el término municipal jareño, se encuentra situada a 350 metros del pozo de agua de consumo humano que abastece a Quintanar, a 800 metros del depósito y a 3 km del núcleo urbano.
El primer edil quintanareño, Martín Cebrián, señala que el Ayuntamiento de Quintanar del Rey no ha sido notificado sobre esta obra «pese a que el informe medioambietal refleja que este municipio se verá perjudicado por dicha macrogranja”, por lo que tras la reunión mantenida esta semana con la directora general de Economía Circular, Marta Gómez, el primer paso ha sido presetar formalemente una solicitud para que se paralice la licencia de obra.
Lo siguiente será revisar el informe técnico ambiental y la autorización para presentar alegaciones. Además, Cebrián avanza que se va a trabajar en una ordenanza «para blindar» el terreno rústico y que no se puedan verter residuos. Así como otra para que no se puedan realizar este tipo de obra en nuestro término municipal”.
Por su parte, los vecinos de la localidad están conformando una plataforma con la que unirán sus fuerzas y que servirá de altavoz ciudadano. “Uno de nuestros mayores temores son las filtraciones que puedan producirse, estando tan solo a 350 metros del pozo de agua, con la consiguiente contaminación de los acuíferos. Al igual que la contaminación ambiental y los olores, por lo que la repercutirá en la salud de las personas”, señalan los portavoces del movimiento, Antonio Escribano y Rafael Tevar, quienes además consideran que a largo plazo las filtraciones pueden llegar al campo y afectar a la calidad de las cosechas de uva.
Por todo ello, la plataforma ha iniciado una campaña de recogidas de firmas a través de change.org para que cualquier persona pueda manifestar su apoyo al movimiento.