A nivel autonómico se hacen 101 por cada mil, mientras la media de España está en 105,8.
Las pruebas de detección de nuevos casos de covid-19 están dentro de los protocolos de todas las comunidades, que realizan PCR como método rápido para encontrarlos. Sin embargo, las estrategias difieren en cada una. En el caso de Galicia, es una de las autonomías que hace menos de estas pruebas diagnósticas. Según el número de PCR realizadas por cada mil habitantes, la tasa gallega es de 101,13, tal y como indican las cifras publicadas por el Ministerio de Sanidad, con datos hasta el pasado 6 de agosto.
Así, la comunidad gallega está a la cola en tasa de PCR practicadas, concretamente en el puesto número 11 de las 17 autonomías, y por debajo de la media nacional, que se sitúa en una tasa de 105,8 PCR realizadas por cada mil habitantes. Por debajo de la tasa gallega están la Comunidad Valenciana, con 90,14 PCR cada mil habitantes; Castilla-La Mancha, 88; Canarias, 79,3; Extremadura, 71,9; Murcia, 67,8, y por último, Andalucía, con una tasa de 47,34 PCR cada mil habitantes.
En el polo opuesto, destacan País Vasco y Navarra, con tasas respectivas de 188,81 y 184, seguidas de Asturias, 173,63, y La Rioja, 162,47.
CAMBIAN LAS ESTRATEGIASCataluña, por encima de la media (126 PCR por 1.000 habitantes), es una de las comunidades que decidió cambiar el método para evitar la transmisión comunitaria y la semana pasada puso en práctica los test masivos en Ripollet, Sabadell y Terrassa (Barcelona), donde en la segunda quincena de julio se observó un incremento de casos. Esta semana los cribados se ampliaron a otras localidades de la misma provincia.
También se levantaron carpas en diversos puntos de Euskadi tras detectarse positivos en locales de ocio. Con la mayor tasa de PCR por habitantes, se hacen test a los clientes de bares, restaurantes o discotecas, siempre que se considere que pudo haber transmisión comunitaria del virus, aunque fuentes del Departamento vasco de Salud precisan a Efe que no hay un “criterio único” y que se estudia cada caso.
Así, en los últimos días se han realizado pruebas masivas a clientes de bares de San Sebastián, Galdakao o Vitoria.
En Navarra, fuentes de Salud explican que, como regla general, se sigue el protocolo de rastreo de los contactos estrechos, aunque en ocasiones puede optarse por un “cribado preventivo”, realizado por ahora a las plantillas de un par de empresas. A finales de julio se realizó también una campaña de PCR masivos entre la juventud del barrio pamplonés de Mendillorri para intentar frenar un brote.
En Asturias, que ocupa el tercer lugar en la tasa de test realizados, se hicieron varios llamamientos públicos para que la clientela que haya estado en los locales en los que se ha declarado un brote se sometan al test.
DETECCIÓN PRECOZ De acuerdo con la “Estrategia de acción precoz, vigilancia y control de la COVID-19”, diseñada por el Instituto de Salud Carlos III, hay que hacer una prueba PCR en las primeras 24 horas a todo caso sospechoso y rastrear a sus contactos estrechos. Es el protocolo que sigue La Rioja, a la cabeza en tasa de PCR.
En Aragón, que lleva semanas encabezando la lista de contagios, no hubo contagios masivos en locales de ocio, destacan sus autoridades, y los principales brotes tienen origen laboral (sobre todo, en empresas hortofrutícolas) y social, derivados de reuniones de amigos o familiares. Es la comunidad que más incrementó el número de pruebas realizadas en la última semana (un 16 %).