Así funciona el sistema Google-Apple que rastrea la expansión del coronavirus.
Tras una prueba piloto que arrancó el 29 de junio en la isla canaria de La Gomera y varias semanas de desarrollo con brotes ficticios hasta el 31 de julio, la aplicación móvil ‘Radar COVID’, diseñada y dirigida por la Secretaría de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial del Gobierno de España, ha superado su fase de pruebas y está lista para su descarga.
La aplicación oficial para el rastreo de contactos positivos por coronavirus se encuentra a disposición de las autoridades sanitarias de las Comunidades Autónomas que «podrán conectar la herramienta con sus sistemas de gestión de avisos sanitarios» para ayudar a frenar la transmisión de la Covid-19, tal y como ha indicado en un comunicado el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital.
Durante la fase de pruebas se simularon cuatro oleadas de rebrotes de coronavirus y, aunque solo funcionaba en La Gomera, «más de 60.000 personas descargaron la app en toda España». Uno de los objetivos principales era comprobar el número de personas que la descargarían y su compromiso a la hora de comunicar positivos ficticios.
Tras medir el rastreo de contactos, la prueba piloto consiguió trazar «una media de 6,4 contactos estrechos de riesgo detectados por positivo simulado confirmado». Esta cifra, tal y como aseguran, supone «casi doblar la eficiencia actual de los traceadores manuales».
¿Qué es ‘Radar COVID’?
Esta aplicación envía alertas a los usuarios de forma anónima sobre el riesgo de exposición ante un posible contacto en los últimos 14 días con una persona que posteriormente ha confirmado ser positiva por coronavirus. De esta manera, la apputiliza la tecnología Bluetooth del dispositivo móvil, detecta el riesgo de posible contagio y facilita instrucciones sobre cómo proceder.
Se trata de una aplicación similar a las desarrolladas en otros países europeos como Alemania o Italia y el Gobierno prevé que «dada la actual situación, una primera versión funcional de la herramienta podría estar disponible para una puesta en marcha específica a mediados de agosto». El despliegue por todo el territorio nacional podría llegar en torno al 15 de septiembre.
‘Radar COVID’ es una aplicación anónima que «garantiza la seguridad y privacidad» y no solicita ningún dato personal del usuario. Por tanto, no pueden ser identificados o localizados y, además, «tanto el uso de la app como la comunicación de un posible contagio serán siempre voluntarios». Tampoco recoge datos de geolocalización, ni puede determinar la identidad de las personas con las que has tenido contacto.
¿Cómo funciona esta aplicación?
El funcionamiento es bastante sencillo e intuitivo y ya está disponible para descargar en iOS o Android y comenzar a ver cómo funciona. El sistema de rastreo de contactos ha sido desarrollado de forma conjunta por Apple y Google y tiene dos funciones principales: informar de forma anónima tu diagnóstico positivo y comunicar la exposición de forma anónima a las personas con las que has estado en contacto.
Lleva a cabo un registro de las personas con las que has estado en contacto en los últimos 14 días, a menos de dos metros de distancia y por un tiempo superior a 15 minutos. En base a esta información, la app evalúa el nivel de exposición de riesgo.
En este sentido, al no aportar datos personales, «la aplicación utiliza la conexión Bluetooth del terminal, a través de la cual los móviles emiten y observan identificadores anónimos de otros teléfonos que cambian periódicamente», explican. Así, si dos terminales han estado muy próximos durante 15 minutos o más, «ambos dispositivos guardan el identificador anónimo emitido por el otro».
En el caso de que un usuario sea diagnosticado positivo por Covid-19 tras realizarse las pruebas, este puede decidir si dar su consentimiento para que «se pueda enviar una notificación anónima».
Una vez notificado el positivo, los móviles que hubieran estado en contacto con esta persona recibirán una alerta sanitaria sobre el riesgo de contagio y los pasos que deben seguir. Estas comunicaciones no indican cuándo ni dónde se produjo la posible exposición, ni la identidad de la persona que ha confirmado su diagnóstico.