La Junta de Andalucía se ve obligada a buscar alternativas a la población extranjera que llega a la comunidad de manera irregular
Andalucía cerró su único Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) el pasado mes de mayo. A primeros de ese mes salieron del mismo los últimos internos y se dio por clausurado el edificio. El Gobierno central no lo vació de inmigrantes porque se temiera que se fuesen a contagiar en mayor medida de coronavirus dentro sino porque, explican desde el Ministerio del Interior, todas las fronteras estaban cerradas por la pandemia.
Según la normativa, señalan desde el Gobierno central, el ingreso en un CIE solo se produce si hay perspectiva real de expulsión del país. Y primero no la había por la declaración del estado de alarma en España y, luego, por el cierre de las fronteras de terceros países. Así que los CIE -el andaluz y los del resto de España- siguen cerrados. Además, desde Interior no se comprometen a retomar la actividad de estos centros en breve porque, señalan, no se sabe cuándo los demás países abrirán sus fronteras a las repatriaciones.
De esta forma, y en medio de la crisis del coronavirus, no hay lugar donde ingresar a la población inmigrante y conseguir que guarden una cuarentena efectiva. La Junta, abocada a hacerse cargo del problema, no cuenta con el CIE gaditano y tiene que improvisar soluciones para los inmigrantes que presentan síntomas de Covid-19.
Porque, pese a la crisis sanitaria, los inmigrantes siguen llegando a Andalucía por el Estrecho, y eso disparó la preocupación. Hasta la semana pasada, para la Junta de Andalucía y el Gobierno central este asunto suponía un punto de fricción. No estaba claro quién debía hacerse cargo de quienes llegaban a la comunidad en patera.
La Consejería de Salud sí se ocupa desde el principio de los inmigrantes con síntomas. El problema estaba en quienes no los tienen, cuya responsabilidad no estaba clara pero que había asumido el Gobierno andaluz. En teoría, atender esta población es competencia del Ejecutivo central, pero con el cierre del CIE de Algeciras el Estado no tiene dónde llevarlos.
Además, mientras la delegada del Gobierno en Andalucía, Sandra García, pedía que se hicieran PCR a todos los inmigrantes, el Ejecutivo de Pedro Sánchez se ponía de perfil para evitar aportar dinero a este cometido.
Finalmente, el acuerdo sobre la gestión del coronavirus en la población inmigrante llegó la semana pasada. Fuentes del Gobierno andaluz señalaron que solicitaron una compensación al Gobierno central por la tarea de acoger a los inmigrantes asintomáticos. Y así, la Junta sigue con su tarea de identificar a los que llegan con Covid-19 y los que están sanos.
El destino de los inmgrantes que debía aislar Andalucía, con el CIE de Algeciras cerrado, era otra incógnita. Ahora se sabe que el Gobierno andaluz deriva a estas personas a diferentes pueblos. Es lo que ha ocurrido con al menos 35 inmigrantes que se encuentran en cuarentena en la localidad granadina de Víznar.
Allí, los vecinos se han mostrado nerviosos por tener en su población a varias decenas de inmigrantes aislados por dar positivo en coronavirus, algo que ha criticado incluso el alcalde, Joaquín Caballero (IU), lo que le ha afeado una diputada de Adelante Andalucía.
Este episodio se suma a la fuga de varios inmigrantes con sospecha de tener Covid-19 -uno de ellos dio positivo- de un Centro de Atención Temprana a Extrajeros de Cádiz. No es la primera vez que pasa algo así. En julio otros siete inmigrantes se escaparon de la cuarentena que les habían impuesto por ser sospechosos de tener coronavirus.
Controlar a esta población no es tarea fácil, se quejan desde la admnistración andaluza. No tienen residencia fija, intención de quedarse ni de guardar una cuarentena.
Hasta 2021
Según fuentes del Ministerio del Interior, este nuevo CIE de Algeciras no estará construido hasta el año próximo. Y eso, subrayan, con todas las precauciones posibles porque con el actual escenario sanitario, nadie descarta que la obra se pudiese retrasar.
De esta forma, y con 2021 como opción más optimista para tener listo el nuevo CIE y el viejo cerrado, ¿cuál es el modelo del Gobierno central para la gestión de los flujos migratorios? Desde el Gobierno señalan que no ha habido cambios, pero sin centros de internamiento necesariamente el protocolo de atención a los migrantes cambia.
Así, y sin CIE al que recurrir, los inmigrantes pueden circular sin limitaciones. En realidad, señalan desde la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía (Apdha), eso es algo que ocurriría en la mayoría de los casos de todos modos.
Para entender esto hay que conocer cómo funciona el sistema de gestión de la inmigración que aplica el Gobierno central . Esas normas suponen tres canales de gestión de los inmigrantes una vez que llegan a España.
Cuando la patera desembarca en alguno de los puertos andaluces, los inmigrantes son trasladados a un Centro de Atención Temporal de Extranjeros (CATE). Allí se les somete a pruebas médicas y se intenta su identificación.
Primero se determina si los inmigrantes son de un grupo vulnerable. Se entiende que lo son los menores de edad, quienes tienen niños a su cargo, padecen algún problema de salud o piden asilo político están en este grupo. Esas personas pasan al sistema asistencial, no van al CIE. Tampoco van quienes vienen de Marruecos o Argelia, con quienes España tiene un acuerdo de devolución automático.
Eliminadas todas esas personas, al CIE van los demás. Inmigrantes mayores de edad, sanos y sin cargas. Pero, critican desde las ONG, la mayoría tampoco irá de vuelta a su país. A los 60 días quedan libres y siguen su camino.
Ahora ya, ni eso. Porque, al no haber CIE ni haber previsto el Gobierno un sistema alternativo, los inmigrantes con síntomas son aislados. Los asintomáticos son acogidos por la Junta, que tiene que derivar a estas personas a alojamientos improvisados como albergues o polideportivos.