El tsunami económico que está representando la inflación en la carestía de la vida y en el poder adquisitivo de las familias, especialmente en las más vulnerables, es de tal magnitud que tanto el Gobierno, sus socios, como la propia oposición no dejan de proponer iniciativas que van desde la exigencia de bajar los impuestos, incrementar la fiscalidad a las compañías energéticas o la banca, o limitar los precios de los artículos de primera necesidad.
En este contexto, la vicepresidenta primera y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, adelantó ayer que tiene previsto reunirse, junto con el ministro de Consumo, Alberto Garzón, con las asociaciones de consumidores y la gran distribución, con el objetivo de que alcancen un acuerdo entre ellos para fijar una cesta de la compra «básica, absolutamente legal y que no vulnere el derecho de la competencia».
Se trataría, según la vicepresidenta segunda, de fijar una serie de artículos -entre 20 o 30- que se garanticen a la ciudadanía. Según la política, la alimentación está siendo un enorme problema para el país hoy y no solo para la ciudadanía, sino también para los pequeños y medianos productores. Además, alertó que los españoles no solo están perdiendo poder adquisitivo, sino que también están sufriendo dificultades para mantener una alimentación sana.
Díaz recordó que ya se ha planteado un precio máximo a la bombona de butano porque era un momento absolutamente excepcional. «Estamos en guerra, así como en una gran crisis y tenemos una inflación del 10,4%», argumentó.
Desde el Gobierno, el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, descartó imponer un impuesto al sector de la distribución, pero pidió a este gremio responsabilidad para que el alza de los precios sea «lo más limitada posible», al tiempo que consideró que fijar un precio mínimo en bienes y productos de alimentación esenciales no es posible legalmente, ni tampoco «deseable».
Además, la portavoz del PSOE, Pilar Alegría, declinó valorar la propuesta de limitar el precio de los alimentos básicos y recordó las ayudas del Ejecutivo para contener la escalada de precios, entre las que apuntó el descuento de 20 céntimos por litro en coste del carburante o la rebaja al 5% del IVA aplicado a la luz, extendida ahora al gas, así como también a otros impuestos.