Aún es demasiado pronto para afirmar que la inflación se ha equilibrado en Europa. La presión alcista sobre los precios de la energía va a retrasar el máximo hasta, como mínimo, el otoño.
Los datos más recientes han confirmado una ampliación de las presiones inflacionarias (gráfico) y las compañías pueden y quieren aumentar sus precios de venta a fin de proteger sus márgenes de beneficio.
Aunque los salarios se han mantenido en niveles moderados hasta la fecha, existe el riesgo de que aumenten como consecuencia del tensionamiento en los mercados laborales, los altos precios de la energía y el desbordamiento continuado en la inflación.
Las perturbaciones en la oferta de energía siguen planteando un importante riesgo bajista. El hecho de que Rusia esté restringiendo el suministro de gas a Europa limita la capacidad de los países para acumular reservas de cara al invierno y aumenta las posibilidades de un racionamiento de la demanda en los próximos meses.
Una perturbación grave en los suministros de energía procedentes de Rusia podría desencadenar una recesión profunda y un aumento de la inflación en las principales economías europeas.
Los retos a los que se enfrenta el Banco Central Europeo (BCE) son claros: reducir la inflación evitando la recesión y la fragmentación de los mercados de deuda soberana. Es posible que el BCE continúe normalizando su tipo de interés oficial y aplicando subidas de tipos hasta el otoño.
Sin embargo, un corte total de las importaciones de energía desde Rusia supondría un enorme y persistente shock de oferta negativo para la economía europea que, probablemente, haría que el BCE pusiese freno a sus ajustes monetarios.
De darse de tal situación, también sería más probable que el banco central respondiese con medidas fiscales enérgicas para respaldar a los hogares y compañías más vulnerables.
Seguimos manteniendo la precaución en los mercados de renta fija europea. Aunque mantenemos la infraponderación en riesgo de tipos de interés en bonos soberanos europeos, durante el segundo trimestre hemos incrementado la duración en el bund alemán en respuesta al aumento del riesgo bajista.
Asimismo, en Capital Group siguen infraponderados en Francia e Italia debido a la reducción del soporte técnico del BCE a ambos países y sobreponderados en Alemania ante la posibilidad de que dicha posición ofrezca protección frente a pérdidas en caso de corte de los suministros de energía rusos.
Pese a que permanecen infraponderados en riesgo de crédito europeo, determinadas áreas del sector –como la deuda bancaria preferente–se muestran actualmente atractivas debido a la ampliación de los diferenciales (gráfico inferior), la sólida posición de capital de los bancos y su capacidad para absorber un eventual incremento en los préstamos improductivos.