El tenor y director de orquesta español Placido Domingo se defendió de las acusaciones al asegurar que nunca ha abusado de nadie y que sus comunicados fueron mal interpretados, en una entrevista publicada esta semana, en el diario italiano «La Repubblica».
Domingo explica que ha preferido dar entrevistas a los medios italianos porque «Italia está preparada a abrazarle de nuevo» ya que ha celebrado sus 50 años de carrera tanto en La Scala como en la Arena de Verona.
Y este jueves ha recibido el Premio Austriaco de Teatro Musical 2020 en el aeropuerto WA Amadeus de Salzburgo como reconocimiento a su trayectoria profesional.
Tras haber contraído el coronavirus en Acapulco (México) donde ha pasado el periodo de cierre por la pandemia, Domingo explica que ha sido un milagro recuperar la voz y que temió no volver a cantar.
Pero asevera, según recoge este diario, que las acusaciones que ha recibido y el proceso mediático «han desestabilizado» a él y a toda su familia y le han hecho mucho más daño que el virus.
«Ahora solo puedo tomar conciencia de que no podré cantar en algunas partes del mundo como Estados Unidos y España y no por la decisión del público, que continúa incesantemente enviándome mensajes de solidaridad», añade.
Aseguró en la entrevista que si mira atrás no ve situaciones en las que haya dejado «heridas abiertas». «Si me hubiera dado cuenta de que había ofendido a alguien, especialmente a una mujer, habría intentado remediarlo instantáneamente», destaca.
Explica que aunque la investigación realizada por la Ópera de Los Ángeles terminó sin nada real, «esto ha sido ignorado por la prensa».
Admite que ha sido muy doloroso ser excluido del Teatro de la Zarzuela de Madrid y añade: «Mis padres dedicaron su vida a la Zarzuela. Hay un escenario que lleva su nombre en ese teatro y allí en mayo habría cumplido cincuenta años desde mi debut en Madrid. Respeto las instituciones, pero esta decisión se basa en un malentendido».
Respecto a los malentendidos, el tenor español señala que su presunción de inocencia se derrumbó cuando llegó a la prensa el texto de su disculpa, el cual había sido redactado de acuerdo a las precisas solicitudes del Sindicato de Artistas Musicales de EE.UU. (AGMA) para acompañar las conclusiones de la investigación interna hecha pública el 25 de febrero, en lugar de ser distribuido por la agencia de noticias Associated Press doce horas antes.
Lamenta que: «la primera consecuencia fue que en unas pocas horas, nuevamente el 26 de febrero, el Ministro de Cultura de mi país tomó la decisión, junto con el presidente del Inaem (Instituto Nacional de Artes Escénicas y Música), de cancelar mi espectáculo en el Teatro de la Zarzuela de Madrid, citando fuentes de prensa, sin pedirme aclaraciones y sin haber leído los documentos oficiales de AGMA».
Domingo aseguró que el comunicado «se parecía a un mea culpa, se prestaba mucho a esa interpretación», «pero sobre todo fue publicado fuera de contexto, es decir, sin especificar que estaba dentro de las solicitudes y conclusiones precisas de la investigación promovida por AGMA».
Domingo dice estar «enfadado» y «deprimido, especialmente porque toda su familia ha estado involucrada».
«El sufrimiento es enorme para todos nosotros. Siempre he declarado mi alejamiento de los hechos, a veces con declaraciones cortas que han sido mal entendidas y consideradas admisiones de culpa. Es una situación terrible», señala.
Apunta que tras el silencio, «ahora las cosas han cambiado» y que cuando supo que tenía covid prometió que si salía con vida, lucharía por rehabilitar su nombre.
«Nunca había abusado de nadie, lo repetiré mientras viva», añadió.
Agrega que le duele que le describan como el «Weinstein de la Lirica». «Hablan de mí como si hubiera sido juzgado por un tribunal para ser exactos. Acusaciones, pero no es así. Esta ambigüedad es inaceptable, nunca dejaré de decir la verdad».