Alemania inaugura una línea ferroviaria que funcionará íntegramente a base de hidrógeno, una «primicia mundial» y todo un avance para descarbonizar del transporte por ferrocarril, más allá de la dificultad de acceso a esta novedosa tecnología.
Una flota de 14 trenes, vendidos por el grupo francés Alstom a la región de Baja Sajonia, reemplazará las actuales locomotoras de diésel para cubrir los 100 km de la línea que conecta las ciudades de Cuxhaven, Bremerhaven, Bremervörde y Buxtehud, cerca de Hamburgo.
«A cualquier hora del día, los pasajeros harán este trayecto gracias al hidrógeno», dice a la AFP Stefan Schrank, jefe de proyecto en Alstom, que califica la inauguración de «primicia mundial». Los trenes de hidrógeno son una pista privilegiada para reducir las emisiones de CO₂, y reemplazar el diésel, que sigue alimentando el 20% de los trayectos por ferrocarril en Alemania.
Los trenes de Alstom combinan hidrógeno almacenado a bordo con el oxígeno presente en el aire, gracias a una pila de combustible, que produce la electricidad necesaria para asegurar la tracción del convoy. Solo en Alemania, «entre 2.500 y 3.000 trenes de diésel podrían ser remplazados por trenes de hidrógeno», calcula Schrank.