El Ártico se calienta cuatro veces más que el resto del mundo, las consecuencias son devastadoras

artico oso polar
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La ciencia sabe, desde hace años, que el Ártico es una de las regiones más golpeadas por el cambio climático. Los estudios realizados hasta el momento establecían que el incremento de la temperatura en dicha región era el doble de rápido que en el resto del planeta. Sin embargo, la realidad es que las temperaturas se están elevando mucho más rápido aún: hasta cuatro veces más que el resto del mundo, mientras el planeta sigue sin reaccionar ante la emergencia climática. 

“La idea repetida de que el Ártico se calienta al doble de velocidad que el resto del planeta subestima considerablemente lo observado”, advierten los investigadores del Instituto Meteorológico de Finlandia en un estudio publicado en la revista Nature Communications Earth and Environment.

El análisis, que utiliza los datos satelitales recogidos entre 1979 y 2021, confirma por primera vez esta escalada de las temperaturas sin precedentes. El calentamiento es más intenso en esta zona por un fenómeno denominado ‘amplificación del Ártico’, según el cual la región se calienta, por término medio, entre el doble y el triple que el resto del planeta. El deshielo del permafrost y la capa de hielo, las altas temperaturas en el mar y la ausencia de tormentas son los principales actores en este fenómeno. La combinación de sus efectos se retroalimentan dando lugar a este fenómeno único en el planeta.

Porque lo que ocurre en el Ártico no está pasando de la misma forma en el Antártico. Y es que entre ambos polos hay una diferencia fundamental: la cantidad de agua que los forma. El Ártico es básicamente agua mientras que la Antártida tiene una gran capa de tierra bajo el hielo. De esta manera, la Antártida evita entrar en la rueda de fenómenos que inducen al deshielo.

ZONAS QUE SE CALIENTAN HASTA SIETE VECES MÁS

Hay zonas del Ártico que están sufriendo más deshielo que otras. Una gran parte de este océano se ha estado calentando a un ritmo de 0,75 grados -o más- por década durante los últimos 40 años. Lo que supone cuatro veces más rápido que el promedio mundial. Sin embargo, en otros lugares, como el sector euroasiático, el calentamiento llegó a ser de 1,25 grados por década. Así, por ejemplo, el Mar de Barents se está calentando siete veces más rápido que la media mundial.

Para los científicos, los cálculos realizados hasta ahora pueden haber estado infradimensionando el fenómeno por la zona que han definido como Ártico y la duración del periodo con el que se calcula el índice de calentamiento.

En este trabajo, “el Ártico se definió utilizando el Círculo Polar Ártico, porque queríamos utilizar un área que la mayoría de la gente percibe como el Ártico», como explica Mika Rantanen, investigador principal de este artículo. Además, se centraron en un período que comenzó en 1979, “porque las observaciones posteriores a ese año son más fiables y porque el calentamiento se recrudeció a partir de 1970”, detalla.

Y el problema está en que dicho calentamiento va a más. Los autores sugieren que la amplificación del Ártico se está intensificando aún más como consecuencia de la pérdida de hielo marino. «Aunque la magnitud de la amplificación del Ártico depende en cierta medida de cómo se defina la región y del período de tiempo utilizado en el cálculo, los modelos climáticos la subestimaban siempre», concluye Rantanen. La magnitud de la amplificación del Ártico se ve afectada tanto por el cambio climático como por las variaciones naturales del clima a largo plazo. Según el análisis, ambos factores han provocado probablemente un aumento de la intensidad de este efecto en los últimos 43 años.

Las consecuencias del deshielo total del Ártico son aún desconocidas, aunque ya hay estudios que apuntan a una relación entre la pérdida del manto de hielo y el cambio en los patrones de circulación atmosférica, la circulación oceánica y los gradientes térmicos del hemisferio norte. Asimismo, tanto los estudios de observación como los de modelización indican que según desaparezca el hielo terrestre ártico (el de los glaciares) es probable que suba el nivel del mar y cambien los patrones climáticos del hemisferio norte.

Los efectos probablemente varíen por zona geográfica, algunas sufrirán veranos más calurosos y secos, otras veranos más lluviosos mientras que en otras los inviernos serán más fríos y habrá más tormentas. Todo ello ayudará a que los fenómenos meteorológicos extremos (olas de calor, inundaciones o tormentas) sean más comunes en un futuro no muy lejano.

*Artículo de Verónica Pavés para epe