La primera de las operaciones se centró en la localización de una plantación ilegal oculta en una vivienda situada en las proximidades de Talavera de la Reina, según ha informado en nota de prensa la Policía.
El inmueble, además de ser el domicilio de un varón y una mujer, se utilizaba para cultivar el estupefaciente, por lo que disponía de tres estancias en las que crecían 895 plantas de ‘cannabis’.
Las habitaciones estaban perfectamente equipadas con una compleja infraestructura destinada a acelerar y potenciar el crecimiento de las plantas.
Además de los moradores habituales de la vivienda, la Policía Nacional detuvo también a tres de sus hijos, ya que estaban al corriente de la actividad ilícita que se estaba desarrollando, e incluso participaban activamente en ella.
Paralelamente, se estaba llevando a cabo una segunda investigación que apuntaba a la existencia de otra plantación, de mayores dimensiones que la anterior, ubicada en la localidad de Cebolla (Toledo).
Finalmente, los agentes lograron situarla en una finca del citado municipio, donde hallaron 2.020 plantas de marihuana en distintas fases de crecimiento.
El principal responsable de este segundo cultivo también fue detenido por la Policía Nacional y tendrá que responder por su presunta participación en un delito de tráfico de drogas.