Dos biólogas que viven en la zona lo encontraron por casualidad. El yacimiento podría tener unos 100.000 años de antigüedad.
Cientos de metros de suelo rocoso repleto de huellas animales, de unos 100.000 años de antigüedad, han aparecido en el litoral de Huelva junto a Doñana. Un equipo multidisciplinar analiza el yacimiento de icnitas, que el catedrático de Palentología Eduardo Mayoral considera único «por su extensión, no conozco un afloramiento así en España». La arena ya ha regresado al lugar, ocultando a los curiosos la visión de este rastro de la más antigua vida animal de la que se tiene noticia vinculada al parque nacional.
La costa oeste de Doñana, al contrario que el sector cercano al Guadalquivir, poco a poco va retrocediendo por la dinámica cambiante de vientos y corrientes. Tras una nueva serie de fuertes mareas en la zona entre Matalascañas y Mazagón, la arena voló, con la fortuna de que dos biólogas atinaron a entender lo que se les mostraba casualmente por primera vez en miles de años. Dolores Cobo y Ana Mateos viven en la zona, y el 5 de junio, para apreciar los cambios en esa costa durante el confinamiento, dieron un paseo que terminó con el envío de fotos del descubrimiento a expertos en huellas. Estos confirmaron el gran valor paleontológico de su hallazgo.
Eduardo Mayoral, catedrático de la Universidad de Huelva, no aventura qué tipo de animales dejaron las huellas. La apariencia es de ungulados, como ciervos o vacas, aunque añade que hay indicios de camélidos, la familia zoológica que incluye a los camellos. Él sí está convencido de que aparecerán rastros de especies hoy extintas al menos en la zona. El estudio de las huellas se efectúa en laboratorio con luminiscencia, que permite saber la fecha exacta por el reflejo del impacto de la luz sobre ellas.
La posible musealización del hallazgo resulta más que difícil. Se halla justo en la zona inter mareal, y además en una costa que no detiene su retroceso hacia el interior. José María Galán, técnico del Espacio Natural de Doñana y experto en huellas, indica que son 40 metros los que ha cambiado el perfil de la costa en tres décadas en esa zona. En la urbanización costera de Matalascañas se aprecia, incluso en días sin temporal, cómo el oleaje impacta sobre el muro del paseo marítimo.
Eduardo Mayoral señala que este contexto lo convierte desde el punto de vista patrimonial en «un ejemplo claro de yacimiento muy frágil y vulnerable, especialmente a acciones vandálicas o coleccionismo indiscriminado». Tras los primeros resultados, el investigador añade que han constatado «una continuidad en otras zonas de la playa en dirección a Mazagón o, incluso, dentro de los límites del propio Parque de Doñana».
La antigüedad de unos 100.000 años se estima por unas excavaciones en los años 80, que hallaron en la zona estratos de turba que permiten datarla en el Pleistoceno superior. Mayoral indica que el relato hasta ahora conocido de la cambiante geología de la zona -en particular en las ahora marismas de Doñana- no cambia con el hallazgo de las huellas, «pero sí tendremos mucha más información de la fauna».
«Nos alegra que el hallazgo contribuya a proporcionar una gran información sobre las especies que habitaban Doñana y los hábitats, que había permanecido oculto hasta ahora», añade Dolores Cobo.
Las icnitas se encuentran fuera de los límites del Espacio Natural de Doñana, y al pie de un espléndido acantilado fósil, el Asperillo, catalogado como monumento natural por su valor geológico y paisajístico.
GEODIVERSIDAD
La importancia de la geodiversidad, también como atractivo turístico, vuelve a mostrar un ejemplo con este yacimiento de icnitas del Asperillo. La escasa valoración social hacia las ‘piedras’ tuvo, en la misma zona, un caso que ahora está en los tribunales, como publicó EL MUNDO.
El juez de Primera Instancia e Instrucción número 3 de La Palma del Condado (Huelva) ha procesado al primer teniente de alcalde y concejal de Patrimonio y Urbanismo del Ayuntamiento de Almonte, José Miguel Espina, y a dos empresarios de visitas a caballo por dañar las dunas fósiles del Monumento Natural del Asperillo en septiembre de 2019.
Un vigilante del servicio de Costas y el Seprona de la Guardia Civil advirtieron de la apertura de una rampa hacia la playa para el acceso de turistas a caballo. El impacto visual de la excavación es notable, y el daño a una duna fósil, irreparable, como informó el propio Espacio Natural de Doñana. La alcaldesa de Almonte, de una plataforma que gobierna en coalición con el PSOE, partido del concejal procesado, lo exculpó por haber actuado «de buena fe».