La pandemia del coronavirus en España ha obligado a suspender, entre tantas otras cosas, los festejos taurinos. En total unos 400 hasta septiembre.
Este sábado por la tarde, en Osuna, en Sevilla, ha vuelto a celebrarse una corrida que supone, además, la vuelta a los ruedos Enrique Ponce, el diestro que mas va a torear este mes de agosto.
Se trata de la primera cita de importancia en una campaña que no llegó a arrancar después de las miniferias de Valdemorillo, Illescas y Olivenza y que, en el ámbito andaluz, se limitó a varias corridas de rejones de escasa relevancia y a la encerrona en solitario protagonizada por Esaú Fernández en su pueblo de Camas el 29 de febrero.
Durante todo el mes de agosto está prevista la celebración, a ambos lados de la frontera de los Pirineos, de un total de veintinueve festejos mayores, desglosados en veintiuna corridas de toros, dos mixtas, cinco de rejones y una única novillada con picadores, en la localidad gala de Riscle.
Las corridas que se celebren en Andalucía, en cualquier caso, contarán con planes específicos para hacer compatible la seguridad sanitaria y la comodidad de los espectadores con normas del Gobierno andaluz y el pacto de los profesionales taurinos para favorecer y abaratar la organización de los espectáculos.