El coronavirus ha servido para que agudicemos el ingenio. Los inventos en estos últimos seis meses se multiplican, desde mamparas para que disfrutemos de bares y restaurantes hasta dispositivos para que podamos utilizar el ascensor sin contagiarnos.
La mayor baza que han explotado los investigadores ha sido la de los robots, los hay que te pueden tomar la temperatura. Hay drones que pueden desinfectar una zona para que tú puedas entrar. También los hay que lo que están están haciendo es llevar comida a las habitaciones de las personas que están en cuarentena.
«El objetivo es que estos dispositivos asuman labores de riesgo para el ser humano», explica su desarrollador. «Hasta ahora mucha gente veía con aprensión a los humanóides pero la irrupción del coronavirus ha acelerado su presencia en nuestras vidas», aseveran los expertos. Según los expertos la robotización de la sociedad se ha adelantando en más de una década.
Una revolución tecnológica para la que hay que estar preparados. Por ello, se multiplican los centros donde los más jóvenes se forman en robótica. Un ejemplo es una máscara desarrollada por un grupo de estudiantes de Madrid.
«Además de protegerte, te da información y te dice: cuidado que hay una persona que se está acercando más de la distancia que se ha impuesto», explican.