Rafa Nadal dijo adiós a Wimbledon por su lesión abdominal: el tenista español tiene una rotura fibrilar de al menos 7 milímetros y no podrá disputar las semifinales contra Nick Kyrgios. Todos vimos su cara de dolor durante su épico partido de cuartos de final ante Taylor Fritz y, cuando uno consulta a los médicos, estos aseguran que su decisión de abandonar el Grand Slam es la correcta.
Su lesión ya le generó en ese partido problemas para realizar su saque con normalidad, tuvo que reducir la velocidad del saque y los movimientos. Los médicos son realistas: Rafa lleva su cuerpo al límite cada vez que sale a pista, y aunque quiera seguir, sabe que ahora tiene que descansar.
El traumatólogo Alfonso del Corral explica el origen de la lesión: «La causa de estas cosas es la sobrecarga. Estamos hablando de un jugador de alta competición, un jugador que va cumpliendo años y que va llevando el cuerpo al límite». El doctor sabe qué requiere ahora Nadal: «Eso es una herida, y una herida necesita descanso y reposo».
Así confirmó el balear así su decisión en rueda de prensa: «Tengo una rotura en el abdominal, en el músculo, y tengo un riesgo importante de empeorarlo. Llevo todo el día y casi toda la noche de ayer dando vueltas a la situación. Llego a la conclusión de que aquí solo me vale ganar, el resto no me sirve de mucho. Es prácticamente imposible pensar en ganar dos partidos de este nivel con un abdominal roto. Pensaba durante todo el día qué decisión tomar, pero no tiene sentido intentarlo. Si sigo, la lesión va a ser peor. Estoy muy triste». Y, sobre su retirada definitiva del tenis, Rafa dejó una frase que hizo de nuevo saltar las alarmas: «La posibilidad de retirarme sigue en mi mente».
Cuarta vez que sufre una lesión abdominal
El dolor abdominal no es una lesión nueva para Nadal. Y es que el balear ha sufrido hasta en cuatro ocasiones, que se sepa, dolor en esa zona. La primera vez fue en el US Open de 2009. Una dolencia que regresó en 2018, en un entrenamiento previo al Masters 1.000 de París. Y un año después, Nadal no jugó la final del Masters 1.000 de París por el mismo motivo. Ante Taylor Fritz volvieron los problemas en la zona abdominal y el español tomó la decisión de retirarse del torneo.
Pero esta dolencia no es la única que persigue a Rafa Nadal desde hace varios años. Su mayor enemigo tiene nombre: se llama síndrome Müller-Weis y está en su pie. En concreto, en su escafoides. Este año, sin ir más lejos, el balear cayó en octavos de final del Masters 1.000 de Roma ante el canadiense Shapovalov y acabó cojeando a solo 10 días de Roland Garros.
¿En qué consiste el síndrome de Müller-Weiss y que afecta al escafoides tarsiano de Rafa Nadal? Se trata de una displasia, una anomalía en el desarrollo de un tejido de una parte anatómica del organismo, en este caso del escafoides tarsiano. Y el problema es que el escafoides tarsiano es esencial en la biomecánica del pie.
«Cualquier persona con esta lesión no podría ni cruzar una habitación, pero estamos hablando de Rafael Nadal. Es una lesión que duele incluso en reposo. Estamos viendo ahora al Nadal más grande de todos los tiempos, luchando contra la adversidad al último extremo y contra el dolor. Durante el partido el escafoides está muy exigido y el dolor es muy intenso», explicó el doctor Pedro Luis Ripoll, experto en traumatología de la rodilla.
El doctor cree que «todos tenemos que aprender de Nadal» y opina que «otros no competirían como lo hace él» con una lesión semejante. Además, Ripoll recuerda que no es una lesión operable: «Le invalidaría para la práctica del deporte».
«El escafoides es el receptor de todo el estrés mecánico que necesita un pie para hacer la carrera», explica el doctor Pedro Ripoll. Se trata de una lesión crónica que acompaña a Rafa Nadal desde 2005: «Para mí es ciencia ficción que pueda jugar con la lesión que tiene», reconoce Sergi Bruguera, capitán español de Copa Davis.