Brandon Lewis, primer ministro británico para Irlanda del Norte, ha dimitido como forma de protesta por la continuidad de Boris Johnson. La dimisión de Lewis es el último a sumarse a la ola de dimisiones que ya aglutina unos 40 nombres del Ejecutivo.
Lewis, ministro clave del gabinete de Johnson, dijo que «lamentaba profundamente» tener que dejar el Gobierno pero que de un Ejecutivo se espera «honestidad, integridad y mutuo respeto». Los continuos escándalos que en los últimos tiempos han rodeado a Boris Johnson y su negativa a dejar el puesto ha provocado dicha avalancha de dimisiones.
También presentaron la renuncia el secretario de Estado de Seguridad, Damian Hinds, y la secretaria de Estado del Tesoro, Helen Whately. Lewis en su carta de despedida afirmaba haber defendido al Gobierno «tanto en público como en privado» pero que «ahora hemos pasado el punto de no retorno«. «No puedo sacrificar mi integridad personal para defender las cosas como están. Está claro que nuestro partido, los colegas parlamentarios, los voluntarios y todo el país merecen algo mejor».
Por su parte Helen Whately reconoció que había apoyado las políticas de Johnson pero que se ha llegado al límite de las disculpas que ha dado el primer ministro al país por los escándalos.
Johnson sigue defendiendo que tiene un fuerte apoyo del electorado después de la cita con las últimas urnas que le otorgó la mayoría absoluta en las generales de 2019, pero en Reino Unido es necesario que un líder de un partido puede formar gobierno si cuenta con el apoyo de su grupo parlamentario, algo que tras los últimos acontecimientos está en dudas.