Las fuerzas rusas continúan avanzando en la región del Donbás. El país de Vladimir Putin centra su foco en Sloviansk, provincia que se encuentra al este de Ucrania, con bombardeos masivos.
Al menos seis personas han muertos y 19 han resultado heridas desde el domingo en bombardeos contra Sloviansk. Vadim Liakh, alcalde de esta ciudad ucraniana, ha pedido a sus ciudadanos que huyan. “La operación militar especial continuará hasta conseguir todos los objetivos marcados por el comandante, el Jefe Supremo”.
Además, la Duma Estatal rusa, la Cámara baja del Parlamento, ha aprobado una ley para hacer economía de guerra, pero sin haberla declarado. En esta ley, las empresas estarán obligadas a suministrar bienes o servicios al ejército. Por otro lado, los trabajadores rusos tendrán que aceptar sacrificios como cambios de puestos o vacaciones.
En el frente, las tropas ucranianas sufren ataques en el norte y se retiran en el Donbás. En algunos refugios abandonados hay envoltorios de comida donada por países como España. Mientras tanto, su ofensiva se centra en el sur del país, donde aseguran haber recuperado cientos de pequeñas localidades. Según Volodímir Zelenski, “todas han sufrido destrucciones a gran escala. Esto significa la necesidad de fondos colosales para su restauración”.
8.000 millones de euros para la reconstrucción
Hay infraestructuras y viviendas devastadas por todo el país. “Sólo queremos la paz”, dice desconsolada una ciudadana ucraniana. Según las previsiones, harán falta 8.000 mil millones de euros para la reconstrucción de Ucrania.
Sloviansk y Kramatosk, el centro administrativo regional y aún en manos de los ucranianos, son los próximos objetivos de las fuerzas rusas. Con ello, quieren apoderarse de toda la región del Donbás, en el este de Ucrania. Además, Sloviansk ya estuvo unos meses en 2014 bajo el control de los separatistas prorrusos, que combaten junto a las tropas de Moscú.