Ministerio de Sanidad ha informado que ya hay 800 casos de viruela del mono en España, de ellos 792 son hombres. Estos casos se distribuyen en un rango de edad de 3 a 67 años, confirmando de esta manera las primeras infecciones en menores, la última, un niño de tres años. El hecho de que esta infección no se haya masificado es una muy buena señal porque su contención y control de los brotes se hacen con más facilidad.
Dicho esto, la Organización Mundial de la Salud (OMS) descartó la pasada semana declarar la emergencia internacional ante el aumento de casos, una decisión que tampoco parece definitiva puesto que aseguran que si la situación empeora y cambian algunos escenarios, como el incremento de casos en personas vulnerables, embarazadas o en niños, este criterio podría cambiar.
En los últimos días se han registrado varios casos en menores, especialmente los más pequeños, que son los que mayor riesgo tienen para sufrir problemas graves si se contagian.
El director general del organismo, Tedros Adhanom Ghebreyesus, ha mostrado su preocupación por estas infecciones. «Estoy preocupado por la sostenida circulación del virus existente porque puede conducir a que el virus se establezca en nuevos países y afectar a grupos de riesgo como niños, personas inmunodeprimidas y mujeres embarazadas». «Los expertos del comité me recomendaron que volviera a reunirles pronto si la situación evolucionara rápido, y esto es lo que haré», añadió.
Positivos en niños
Por el momento se han reportado dos contagios en niños en Reino Unido, uno en Países Bajos y otro en Francia. Aunque los casos son muy poco numerosos, existe la preocupación de que, con el fin de la temporada escolar y el periodo de vacaciones, este número aumente considerablemente, ya que, por ejemplo, la enfermedad en los niños ya ha llegado a África donde esta enfermedad es endémica y se han observado cuadros graves en los menores.
Tedros Adhanon afirma que los niños infectados en Reino Unido tienen síntomas leves, aunque admite su preocupación. En África los casos en niños son más graves, pero el contexto sanitario es diferente entre Europa y África, en nuestro continente hay más herramientas que contribuyen a controlar este tipo de enfermedades y reducir su gravedad y mortalidad.