temperaturas de lo más atípicas en comparación con los años anteriores. Primero, una ola de calor con máximas de hasta 45 grados centígrados que preocupó dados problemas que hubo en la península el años pasado. Después, una bajada importante de las temperaturas el pasado lunes, producto de una lengua de frío que tuvo lugar en el norte de la península.
Rubén del Campo, portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología explicó que esta semana tendremos temperaturas mucho más frescas de lo habitual. Esta situación continuará hasta el viernes, donde se espera ver un clima más acorde con lo que estamos acostumbrados en verano.
Las tormentas también están previstas en el territorio español, en concreto se prevé riesgo en las provincias de Barcelona y Tarragona, donde se pueden llegar a acumular hasta 20 litros por metro cúbico en una hora. Las precipitaciones se extenderán también a otras zonas del este peninsular, eso sí, mucho más débilmente.
El momento en que volverá el verano
Pese a las bajas temperaturas en el norte de la península, el bochorno ha seguido patente en el sureste peninsular, donde la humedad es la protagonista y con algunas capitales en las que llegarán a haber noches tropicales.
A mediados de esta semana las temperaturas se han ido estabilizando según indicaban las previsiones meteorológicas. Llegando al viernes se espera un ascenso térmico considerable en muchas zonas de España, donde las temperaturas subirán unos 5 grados de media, haciendo que se superen los 30 grados en provincias del sur del país.
Antención a la emergencia climática
En otras declaraciones, Rios a señalado que los pronósticos para el futuro son muy desalentadores: “Los pronósticos del cambio climático indican que en 30 años las olas de calor en España podrían dejar máximas superiores a los 50º C”. El portavoz de la agencia meteorológica recuerda que esta bajada de temperaturas corresponde a una situación excepcional y que se prevé una subida continuada del calor en los próximos años.