Con el verano llegan las fiestas, verbenas, conciertos y eventos típicos de esta época. Para hacer frente a estos compromisos, las empresas buscan mano de obra contra reloj. Suelen ser ofertas estacionales y muy localizadas por zonas. Por ejemplo, en Andalucía, concretamente en Málaga, se calcula que se van a firmar unos 20.000 contratos. La mayoría están relacionados con la hostelería y el comercio. En Levante necesitan personal cualificado para volver a ubicar la industria textil en la zona, pero está costando mucho encontrarlo.
En otros puntos turísticos, como Madrid o Mallorca, aún necesitan de manera urgente recepcionistas y camareros en los hoteles. Hay otras zonas, como Navarra, donde el sector de la madera tiene una tradición importante. El problema principal que tienen es el relevo generacional. Muchas empresas corren el peligro de cerrar si no encuentran empleados que quieran ocupar los puestos que se van quedando libres.
Hace diez años había 5.000 carpinteros, ahora mismo son unos 2.000. «No tenemos generaciones que nos sigan, han desaparecido la mitad de las empresas y de los trabajadores», explica José María Navarro, de la asociación carpinteros y ebanistas navarros.
En los centros de FP aseguran que hay empleo para los que quieren dedicarse al sector de la carpintería. «De 18 alumnos que han ido a hacer prácticas, el 50% han conseguido empleo», asegura el profesor Jokin Erneta. Eneko acaba de conseguir un contrato y cree que puede tener un futuro en esta profesión. Como él, decenas de jóvenes optan por estos oficios de toda la vida para evitar que desaparezcan.