nuevo ataque de miembros de bandas juveniles en la capital. Los investigadores tratan de identificar al menos a cuatro pandilleros que, según sospechan, se equivocaron de víctima. Creen que su objetivo no era el chico agredido.
Según ha contado la tutora del menor, el chico fue acuchillado y entró al colegio para refugiarse. La profesora, lo primero que pensó al verle, es que era una broma de niños pero al rato se dio cuenta de que era completamente real y «llamamos a la policía», asegura. Tenía dos heridas por arma blanca, una en el glúteo y otra en el cuello.
La policía busca a 4 jóvenes: iban armados y con el rostro tapado, se les relaciona con una banda juvenil. Esperaron a la víctima a la salida de una tienda de comestibles, y le asestaron dos puñaladas una en el glúteo y otra en el cuello.
El joven pudo llegar hasta su instituto, a pocos metros de la agresión, hasta la sala donde estaba su tutora. «Apareció con un cuchillo clavado en el cuello y pidiendo ayuda», cuenta la profesora, que reconoce que al principio pensó «que era una broma, pero ya cuando empezó a salir la sangre, vimos que no y llamamos a la policía».
Apenas se tenía en pie y apenas podía hablar. «No dijo nada, que habían sido cuatro chicos y ya está», asegura la tutora del menor.
Los investigadores sospechan que los agresores se equivocaron de victima, una teoría que también comparte la profesora: «Podría ser, en clase siempre se ha portado muy bien, no es contestón, nunca ha faltado al respeto a nadie».
Según fuentes de la investigación, el hermano del agredido pudo tener relación con una banda juvenil. El niño de 14 años, de nacionalidad española y de origen latino, se encuentra en estado grave pero fuera de peligro.