El árbol más longevo de todo el país tiene 1.080 años y se localiza en la sierra de Cazorla y Segura
Un árbol de 1.080 años es el más veterano de los que se han datado científicamente en España. Se ubica en las sierras de Cazorla y Segura (Jaén), en un pico que alcanza los dos mil metros de altitud, acompañado por otros ejemplares casi tan longevos, dos de ellos también milenarios. Es un bosque de pino laricio, o salgareño, muy apreciado y talado durante siglos para elaborar mástiles de barcos o traviesas para tren.
Pero estos árboles estaban demasiado lejos para que las hachas los derribaran cuando la Armada española, y luego las minas, se abastecieron del inmenso patrimonio forestal de la comarca de Segura.
La investigación en este bosque se desarrolla desde hace veinte años. En 1998 José Creus, del Instituto Pirenaico de Ecología, publicó el hallazgo. Hace una década fueron Reyes Alejano y Javier Vázquez, ingenieros forestales de la Universidad de Huelva, quienes siguieron el trabajo. Se trata de «un auténtico archivo viviente del clima del pasado y de las interacciones del hombre con el bosque», explica Alejano, cuyo equipo tomó 432 muestras de árboles vivos y 169 de maderas de estos pinos en edificios históricos de Granada, Úbeda y Huéscar.
La zona del bosque más viejo de España es singular, pues en ella nacen tanto el Guadalquivir como el Segura. Su uso maderero para barcos hizo que la sierra de Segura fuese catalogada por el Estado como «provincia marítima». Los troncos se transportaban en mulas, y después por los ríos, llegando esas almadías hasta Córdoba y Sevilla. En la capital los usaron para construir la Fábrica de Tabacos, ahora Universidad.
Los ingenieros también estudiaron 206 pinos salgareños en otras zonas: Sierra de La Sagra (Granada), y en Jaén en La Cabrilla Baja, Navanoguera, Poyos de la Mesa y Linarejos. El más longevo de todos llegó a los 692 años. Las muestras se toman barrenando el tronco a 1,3 metros de altura.
Javier Vázquez recalca que estos datos los sustenta la ciencia. La creencia de que hay un tejo de 2.000 años en la misma Jaén no es fiable. «Hay que distinguir entre árboles datados científicamente (conteo de anillos, radiocarbono…), de aquellos otros árboles a los que se les supone cierta edad, calculada sin ningún método, a ojo o con métodos inciertos. Esos tejos de Cazorla pertenecen a este último grupo, yo no sabría decir si tienen quinientos, mil o tres mil años», añade.
El trabajo tuvo el apoyo de National Geographic, mientras que el posterior recibió ayuda del antiguo Ministerio de Economía y Competitividad. Se centró en la adaptación al cambio climático de estos viejos árboles, con el fin de conservarlos. No en vano, Vázquez señala cómo «los bosques viejos son dramáticamente escasos (0,7% de los europeos), y aún más improbables en el suroeste europeo, con fuerte presión humana y donde es más intensa la amenaza del cambio climático».
El resultado es que «los árboles viejos de zonas más áridas son menos resistentes y se recuperan más lentamente del efecto de la sequía intensa que los árboles de zonas más húmedas». En paralelo, se constata cómo «los árboles jóvenes son más sensibles a sequías extremas que los viejos».
Se trata de los seres vivos más antiguos de Andalucía. Con algunas dosis de buena suerte -ausencia de incendios, de rayos, de talas por su lejanía-, estos pinos son coetáneos a la construcción de Medina Azahara, y previos a la de la Giralda. Es costumbre en otros países poner nombre a seres tan excepcionales. El más viejo pino no lo tiene todavía.