una vecina de Burjassot que encontró en el saco de patatas que acaba de comprar una granada de la Guerra Civil española.
La mujer compró las patatas en una tienda del barrio y cuando las estaba colocando en el verdulero de su casa advirtió que había una con un color sospechoso de estar en mal estado. A simple vista no se dio cuenta y llegó a coger en sus manos la granada.
Fue entonces cuando comprobó que ese objeto pesado y metálico no era una patata sino un explosivo. Al advertir el peligro que ese artefacto podía conllevar llamó al 112 que puso en marcha el protocolo habitual para estos casos.
La mujer incluso compartió con algunos vecinos la imagen por un grupo de mensajería, según informa levante-emv.
La Policía Local de Brujassot avisó a la Policía Nacional que a su vez requirieron la presencia de los artificieron del Tedax. Mientras llegaban los especialistas, la vivienda, por precaución, fue desalojada.
Uno de los mayores riesgos de estos artefactos antiguos es que muchos de ellos conservan la carga explosiva y debido a la intemperie que en algunas situaciones soportan se convierten en inestables y la más mínima manipulación puede desencadenar su explosión.
Desde el Tedax se ha informado de que se trataría de una granda de fabricación francesa empleada en la Guerra Civil española y que la van a detonar de forma segura.