escalada de la ofensivas militar hasta el aumento del riesgo nuclear, pasando por sanciones financieras sin precedentes contra los rusos. Esta guerra, además, se libra en un campo relativamente nuevo si se tiene en cuenta la historia de los conflictos armados, el de la ciberseguridad.
Es en este contexto en el que entra otro actor en juego, Anonymous, cuyos hackers le han declarado abiertamente la guerra al Kremlin. Tras inhabilitar decenas de canales de noticias, este colectivo autodenominado de ‘hacktivistas’ ha afirmado esta semana haber hackeado la agencia espacial rusa. «Revelaremos todos sus secretos», era la amenaza directa a Vladímir Putin de los últimos días.
Inicio de la ciberguerra
Fue el propio Volodimir Zelenski, presidente de Ucrania, quien pidió directamente auxilio a los hackers para contrarrestar los ataques rusos: »¡Cibercomunidad ucraniana, es hora de participar en la ciberdefensa de nuestro país!».
Ya el viernes 26 de febrero, Anonymous declaró la »guerra cibernética» a Rusia a través de varios mensajes en diferentes cuentas de Twitter. En todos ellos, afirmaban que estaban »oficialmente en ciberguerra» contra el Gobierno de Vladímir Putin y que estaban en »varias operaciones contra la Federación Rusa».
En esos momentos, ya se tenía conocimiento de los ataques contra el medio de comunicación Russia Today, que fue calificado como »canal de propaganda» por este colectivo y posteriormente censurado por la Unión Europea. Del mismo modo, habían hackeado la web de Gazprom, la compañía más grande gasística.
Desde entonces, decenas de webs institucionales de Rusia han sido hackeadas, además de las del Ministerio de Defensa e incluso del Kremlin.