Esther López De la Rosa desapareció en su pueblo de Valladolid, Traspinedo. Durante 24 días la Guardia Civil desplegó un operativo de búsqueda apoyado por varias unidades especializadas como unidades caninas y los Grupos Especiales de Actividades Subacuáticas (GEAS) que realizaron inmersiones en el río Duero, cerca del pueblo de procedencia de la joven. El hallazgo del cuerpo sin vida de la joven se produjo el día 5 de febrero cuando un paseante alertó sobre «algo extraño» en las inmediaciones de la carretera de entrada a Traspinedo. Esa misma tarde, se pudo confirmar que el cadáver hallado era el de la joven de 35 años, Esther López.
El caso está bajo secreto de sumario
Desde que se encontró el cuerpo han sido muchas las teorías vinculadas a lo ocurrido la noche del 12 al 23 de enero, aunque las autoridades prefieren ser precavidos con las novedades que se produzcan en la investigación ya que el caso se encuentra bajo secreto de sumario, es decir, los avances de la investigación permanecen secretos hasta la apertura del juicio. Además, la Guardia Civil continua a la espera del informe de toxicología que pueda despejar alguna incógnita relacionada con el fallecimiento de la joven.
Hasta el momento, hay pocas certezas y muchas dudas sobre el caso. Tras la autopsia, se descubrió que a causa de la muerte fue un shock hipovolémico, aunque aún no se sabe qué pudo producirlo. La Guardia Civil baraja tres hipótesis que podrían ser la causa de la muerte de la joven, una muerte natural, un atropello o una muerte violenta.
La autopsia realizada a la joven no indica lo mismo que los hechos que rodean el hallazgo del cuerpo de Esther. El informe de la autopsia no cuenta en ningún momento que Esther tuviera huesos rotos, ni golpes externos compatibles con un accidente que le hubiera causado la muerte, lo que podría ser un motivo para descartar esta hipótesis, aunque no lo suficiente. Las otras dos hipótesis tampoco pueden confirmarse ni desmentirse y también están rodeadas de algunos interrogantes.
Se establece la hora de la muerte
Gracias al análisis exhaustivo del teléfono de Esther, los investigadores han podido determinar la hora exacta de la muerte de la joven. Según los registros hallados, Esther envió un mensaje a su madre a las 5:40 de la madrugada, 10 minutos antes de que esta despertara para ir a trabajar. Al despertar y comprobar que su hija no se encontraba en la casa decidió llamarla por teléfono pero ya nunca contestó. Esta actuación ha llevado a los agentes a confirmar que Esther murió en el transcurso de esos 10 minutos.
A día de hoy los agentes no han notificado ninguna otra novedad significativa con respecto al caso, aunque confían en que se esclarecerá de la mejor manera posible y cuanto antes lo que ha ocurrido en este caso