Pero Joe Biden no se fía y considera que el ataque es, todavía, «claramente posible». Así lo repitió anoche en un mensaje a la ciudadanía, en el que dijo que si Rusia atacaba a Ucrania sería «condenada a nivel internacional. El mundo no olvidará que Moscú eligió innecesariamente la muerte y la destrucción».
En su alocución, en cualquier caso, además de señalar que Estados Unidos estaba listo para las hostilidades, dejó espacio para un salida diplomática al conflicto.
«No hemos verificado que las tropas estén regresando»
El presidente de Estados Unidos señaló que el Pentágono «aún no ha verificado que las unidades militares rusas estén regresando a sus bases». Afirma, de hecho, que habría más de 150.000 soldados rusos alrededor de Ucrania y Bielorrusia.
Biden insistió en que una invasión de territorio ucraniano desataría «una guerra sin causa ni razón», que tendría costes humanos «inmensos» para Ucrania y graves consecuencias para Moscú.
Otra razón que hace sospechar a Occidente sobre las intenciones verdades del Kremlin es la continua llegada a la frontera de convoyes con material sanitario para levantar hospitales de campaña.
En Moscú, mientras, Vladimir Putin asegura que sigue dispuesto a negociar con la OTAN cuestiones relacionadas con la seguridad. «¿Cómo va a actuar Rusia? Según el plan. ¿Y de qué se compone ese plan? De la situación real en el terreno», dijo, para añadir: «Quién puede decir cómo se desarrollará la situación? Nadie, por ahora. Depende no solo de nosotros», indicó el mandatario ruso en una declaración ante la prensa.