Para protección, como recurso religioso, para aprovechar el terreno, como estrategia de ocultamiento, para prevenirse de cuestiones climáticas… el hombre ha encontrado formas de sobrevida en todos los sitios que ha habitado. Con constancia y desarrollo intelectual, ha sabido aprovechar cada recurso del suelo para habitar su entorno.
Los viajes curiosos tienen algo de ese descubrimiento que nos llevan a las fuentes de la historia y rescatan la fortaleza humana por ganarle espacio a la tierra. Este recorrido no se mete entre las montañas, sino más bien que se adentra en ellas para mostrarnos modos de vida bajo las rocas.
1 – Setenil de las Bodegas, España
Este sito forma parte de la ruta de los Pueblos Blancos de la Sierra de Cádiz, España. Nació como un modo de aprovechar las formas del cañón creado por el río Guadalporcún, sus cuevas y recovecos naturales no tardaron en dar cobijo a sus primeros pobladores. Más tarde pasaron a ser casas, y así hasta hoy, cuando se ha convertido en uno de los pueblos más visitados de la provincia gaditana. Además, pertenece a la asociación de Los Pueblos Más Bonitos de España y está declarado como Conjunto Histórico Artístico.
Pero Setenil de las Bodegas es mucho más que rocas. Miradores, iglesias, plazoletas o gastronomía, y todo sin olvidar su historia y su pasado morisco. Todo el pueblo está situado en un cañón gracias a la erosión del río Guadalpurcón. El río divide el pueblo en dos y ha formado, con el paso de los años, esta característica forma de las rocas digna de estudios geológicos. El pueblo está repleto de recovecos y miradores para el deleite del fotógrafo.
Hay dos calles en Setenil de las Bodegas que son el símbolo del pueblo: la Calle Cuevas de Sol y la Calle Cuevas de Sombra. Aún así, no se llevan todos los premios, Hay varias calles alrededor del pueblo en las que las rocas forman parte natural del techo.
Algunos de los mejores miradores permiten ver a Setenil de las Bodegas desde diferentes ángulos, como el Mirador el Lizón, el más famoso de Setenil de las Bodegas, está debajo de la Torre del Homenaje y al lado de la casa de la Damita de Setenil. El Mirador del Carmen es otro de los que nunca defraudan. Está al lado de la Iglesia Nuestra Señora del Carmen.
Finalmente, el Mirador de Evelyn también tiene muy buenas vistas. Está al otro lado de la misma iglesia. Esta antigua fortaleza nazarí es de las pocas de España que conservan todo su entramado urbano medieval. En el subsuelo de se encuentra el aljibe árabe, encargado de suministrar el agua a la fortaleza. La historia de Setenil no se remonta sólo al medievo. Las cuevas donde hoy en día se encuentran las casas, antiguamente fueron habitadas por hombres paleolíticos. Prueba de ello es la Damita de Setenil, una venus paleolítica de 5.000 años que tiene su propia casa. Se puede visitar muy cerquita del Torreón. Aquí se encuentra el museo que recorre toda la historia del pueblo desde la antigüedad.
2 – Bandiagara, Mali
Este pueblo de Mali, el más importante del país Dogon, dio su nombre al impresionante acantilado. Hay dos lugares principales para bajar y subirlo. Se empieza bajando, hasta la pradera, donde están los pueblos más alejados. No llegan carreteras hacia ellos, todos tienen que bajar por el acantilado, y el camino es muy estrecho, apenas pasan los hombres. Uno allí se pregunta cómo hacen los asnos y caballos que usan para las cargas. Es esencial planificar el viaje con un guía. Antes de bajar, es inevitable la maravillosa vista sobre la pradera. Según la temporada, será más o menos seca.
La temporada de lluvias, a la que le dicen el invierno, empieza en junio y termina en octubre. En verano, es posible que llueva, pero aún así permanece bastante seco, aunque la región es más verde, y más linda.
Bajando el acantilado, sorprende la gente cargando comida para su pueblo, unos suben a vender su cosecha arriba en Bandiagara, se cruzan en este mini camino, a veces da vértigo. Se baja a la pradera en una hora y media. A la izquierda se puede ver como caen cascadas de agua, si acaba de llover, pero no hay que bañarse porque hay parásitos.
3 – Bocairent, España
En el interior de la provincia de Valencia se encuentra Bocairent, un precioso pueblo medieval ubicado en la Sierra de Mariola, en la comarca de la Valle de Albaida (a una hora en auto de Valencia). Este pequeño pueblo está cargado de historia y tiene mucho que ofrecer a sus visitantes. El entorno que rodea a Bocairent, las curiosas cuevas que construyeron las antiguas civilizaciones que lo habitaron, su precioso casco antiguo con calles empedradas que parecen un laberinto lo han convertido en el pueblo más bonito de Valencia.
Es muy aconsejable hacer una parada en el cementerio, pues justo detrás se vislumbra una de las mejores vistas de Bocairent. Desde allí se puede observar la preciosa silueta del pueblo, con su estructura de casas escalonadas coronada por el campanario de su iglesia. Una foto perfecta.
La ruta mágica es una senda circular de unos dos kilómetros y medio y una hora de caminata de dificultad baja. Recorriéndola se pueden conocer los principales lugares de interés que ver en Bocairent y disfrutar de unos preciosos paisajes de la Sierra de Mariola.
Además es la mejor forma de conocer el Barrio Medieval de Bocairent ya que la ruta comienza en la Plaza del ayuntamiento y pasa por el mirador de les Covetes dels moros. Sigue por la cova de Consumer y en Gomar. Se adentra por un sendero sobre el barranco y continua por una antigua fábrica textil y el mercado municipal.
4 – Uchisar, Capadocia, Turquía
Se trata de una ciudad de la región de Capadocia que posee el maravilloso paisaje de esta región de Turquía. Está rodeada de conos gigantes de roca, conocidos como las chimeneas de las hadas, que se encuentran en medio de un paisaje arenoso. Está muy cerca de Göreme y cuenta con una gran ventaja, y es que no está tan repleta de turistas y se puede encontrar fácilmente una calma espectacular. Lo más destacado de esta localidad es el castillo que también está formado por roca volcánica, pero él resto del pueblo también es espectacular. Se puede pasear por callejuelas estrechas que están rodeadas de humildes casas.
Desde este pueblo se pueden hacer muchísimas rutas para conocer el paisaje que ha hecho famoso a Capadocia. Además cuenta con la ventaja de que desde Uchisar se divisa perfectamente una montaña espectacular, el Monte Erciyes, que suele estar siempre repleto de nieve y le da al paisaje aún más belleza. Los alojamiento son numerosos y se caracterizan por tener buenos precios y ser acogedores. Además, la mayoría de ellos cuentan con habitaciones donde las vistas son espectaculares. A la hora de comer cualquiera de las pensiones y hoteles suelen servir buenos platos, la comida suele ser casera.
5 – Peratallada, Cataluña, España
Esta localidad española de la provincia de Girona en la comunidad autónoma de Cataluña pertenece al municipio de Forallac, Bajo Ampurdán. Fue declarado Conjunto Histórico-Artístico por ser uno de los núcleos de arquitectura medieval más importantes y mejor conservados de Cataluña.
Sus laberínticas calles de piedra, su castillo de cuento y las enredaderas estrangulando muros y ventanas recuerdan a lo mejor de la Toscana. Son escenarios de los libros de caballerías, con ese repique solemne de campanas, ese chirriar de espadachines imaginarios y el perfumado aroma de las buganvillas colándose en los callejones.
Peratallada bien vale un viaje en el tiempo. Sus calles muestran el trazado original, incluso en algunas zonas su calzada es la misma que se pisaba hace más de cinco siglos, aunque afortunadamente por ellas no corren como antaño aguas mayores y menores del que fuera el gran desagüe urbano
Es innegable cómo Peratallada ha sido capaz de preservar sin aderezos su esencia medieval. La armonía de las construcciones permite regalar a la vista un equilibrio arquitectónico en el que no existen estridencias ni extravagancias que desentonen. Sin dudas el pueblo medieval más hermoso y auténtico de España.