energía electromagnética está detrás del Síndrome de La Habana. El grupo de expertos concluye que los misteriosos dolores de cabeza, vértigos y náuseas que sufrieron diplomáticos y agentes de inteligencia estadounidenses no se explican solo por factores como el cansancio o el estrés.
Este informe concuerda con el que presentó la CIA hace unos días en el que se concluía que esos síntomas no fueron fruto de una operación organizada por Rusia u otros agentes extranjeros con el fin de recopilar información de inteligencia. Para la CIA, la mayoría de los casos diagnosticados podían deberse a afecciones médicas sin diagnosticar o a puro cansancio.
Por su parte, la Academia Nacional de Ciencia, Ingeniería y Medicina concluyó que «una energía electromagnética parece ser la explicación más plausible para estos casos».
¿Qué es el síndrome de la Habana?
Desde 2016 ha habido más de 1.000 casos reportados entre diplomáticos y agentes de inteligencia de EEUU. Se le conoce como ‘síndrome de La Habana’ porque los primeros incidentes se conocieron en la isla de Cuba a finales de 2016. Pero desde entonces han ido brotando por lugares tan lejanos como Austria, Colombia, Rusia, Australia, China o Uzbekistán.
Los afectados por este síndrome padecieron síntomas similares a los de las lesiones cerebrales, con mareos, dolores de cabeza y falta de capacidad de concentración, que en algunos casos extremos les han forzado a retirarse.
La CIA ya descartó en enero que esos problemas hubieran sido consecuencia de una campaña dirigida por un país enemigo de Estados Unidos, como por ejemplo Rusia, algo que creían muchos en Washington.
El verdadero origen y el responsable de estos misteriosos «ataques» aún se desconoce, aunque el Gobierno de Biden sigue investigándolo. Estados Unidos ha pedido a su equipo de seguridad nacional que identifique para finales de este mes a aquellos funcionarios estadounidenses que tienen más riesgo de sufrir esos síntomas.