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miércoles, noviembre 27, 2024
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Paco Leal, 25 años haciendo «magia» para que el Festival de Almagro «fluya»

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Paco Leal, 25 años haciendo «magia» para que el Festival de Almagro «fluya»

 Paco Leal se aburría tanto en los ensayos de una novia que estudiaba teatro que por matar el tiempo empezó a ser «el chico para todo» y «se hizo» técnico. Hoy recibirá el homenaje del Festival de Teatro de Almagro, del que es su director técnico desde hace 25 años; «mi trabajo es que todo fluya», dice.

Leal (Murcia, 1957) cuenta en una entrevista con EFE que él era funcionario de la Seguridad Social, en cuya plaza «por cierto» está en excedencia desde hace 40 años, y pasaba tantas horas esperando a su novia en el teatro que para no morir de tedio y porque siempre le han gustado las manualidades «se ponía en todos los trastos».

«De echar una mano te vas encontrando solo haciendo las cosas y acabas encargándote de todo», relata Leal sobre sus inicios en el Teatro Matadero en Murcia y luego en la compañía Julián Romea.

Estando con ellos viajó al Teatro de Bellas Artes de Madrid a hacer una función y al acabar le ofrecieron quedarse allí de electricista.

Dijo que no, que aquello lo hacía por «hobby» y que se volvía a Murcia pero a los seis meses les preguntó si seguía en pie la oferta. Le contrataron como electricista y pronto fue jefe de electricidad y luego director técnico,

Después José Tamayo, que era el director del Bellas Artes, le ofreció la dirección técnica del Teatro Nuevo Apolo de Madrid, que se iba a reformar; pocos años después, llegó la dirección técnica del Centro Dramático Nacional (CDN) y allí conoció a José Carlos Plaza, con el que lleva trabajando 30 años, y a la que es la actual directora del Inaem, Amaya de Miguel.

«Fue Amaya la que me propuso la dirección técnica de Almagro. Le dije que aceptaba con la condición de que fuera por un año y esta edición será la número 26 que haga. No me creo que siga estando aquí», se admira.

Al principio «le sentó muy mal» la oferta porque acababa de dejar el CDN, iba a nacer su hija y quería «cambiar de vida» pero, subraya, «ha sido maravilloso encontrar esto. Es mi vida. Me hace mucha ilusión este reconocimiento. Para mí, Almagro es mi vida y este homenaje algo muy especial».

Un director técnico, explica, se ocupa de lograr que, «de la forma más agradable posible», todo fluya «de una manera positiva, que haya la magia que encuentra el espectador» y convertir los espacios en estructuras teatrales: «es un trabajo muy gratificante porque cuando llegas no existe nada y poco a poco va creciendo».

«Por las circunstancias», dice modesto, también ha podido crear escenografías e iluminación y eso le satisface «muchísimo» porque supone aprovechar la arquitectura de los espacios «para crear magia».

Las cosas han cambiado tanto que ahora sería imposible que alguien, como le pasó a él, «haga de todo», es decir, de regidor, de coordinador técnico, de electricista…

«La tecnología me ha superado y no soy capaz de manejarla. Sé lo que quiero pero necesito gente que lo lleve a cabo. Va a una velocidad tan rápida que yo no soy capaz… cada uno estamos para lo que estamos», recalca.

En medio, ha levantado desde 2011 junto a César Oliva el proyecto del Teatro Circo de Murcia: «tiene unas posibilidades muy bonitas y es muy especial. Comienza en septiembre».

Cada vez que le proponen hacer un nuevo espacio lo vive «como un sueño», como le sucedió con el último, el Palacio de los Oviedo, «una especie de selva», donde precisamente vivió el pasado martes uno de esos momentos en los que todo se tensiona menos él.

Era la entrega del premio Corral de Comedias a Ana Belén y la inauguración de la 43 edición y poco antes llovió de tal forma que temieron un problema eléctrico. Finalmente, todo se quedó en empezar siete minutos tarde.

«Tienes que intentar mantener la calma porque hay mucha gente detrás esperándote y no puedes perder los papeles aunque me tenga que tomar tres pastillas para la úlcera», se ríe.

De todo lo que ha vivido, además de esta edición tan especial en la que ha habido que adecuar los aforos al 50 % y pasar de 14 espacios de representación a 4, recuerda especialmente la actuación de la Royal Shakespeare Company inaugurando como teatro la Antigua Universidad Renacentista de Almagro: «En la arena, sin techo… fue un día muy especial».

Ahora, añade, quiere «empezar a plantearse disfrutar de la vida» pero eso no quiere decir dejar el trabajo que tanto le gusta: se encargará de la iluminación y la escenografía de «La habitación de María», el nuevo montaje de Concha Velasco que, dirigido por José Carlos Plaza, se estrenará el 22 de agosto en San Sebastián.