Estados Unidos ha reportado casi un millón de nuevos casos de coronavirus en un día. Se trata de un récord mundial que supone casi el doble del pico del país, que fueron más de medio millón de casos y se registró la pasada semana.
El número de pacientes hospitalizados con coronavirus ha aumentado casi un 50% en la última semana y ahora supera los 100.000. Es la primera vez que se alcanza ese umbral desde el aumento invernal de hace un año.
La cifra media de muertes por día se ha mantenido bastante estable durante todo diciembre y principios de enero en alrededor de unas 1.300. Son los efectos de la variante Omicron en Estados Unidos, que se transmite con mucha más facilidad que las anteriores mutaciones del virus. No obstante, todo indica que los afectados presentan síntomas más leves que en los casos anteriores.
Preocupa el número de hospitalizados
Como está ocurriendo en España, el gran número de casos de Omicron en Estados Unidos amenaza con saturar los hospitales, algunos de los cuales ya están luchando para manejar una ola de pacientes con COVID-19.
Delaware, Illinois, Maryland y Ohio son los estados con más pacientes hospitalizados. El aumento de casos ha llevado a más de 3.200 escuelas a cerrar sus edificios esta semana, y las escuelas que han permanecido abiertas enfrentan escasez de personal y renovadas preocupaciones sobre la propagación del virus.
Mientras, el Gobierno de Joe Biden ha seguido haciendo hincapié en las vacunas y refuerzos generalizados como la mejor manera de protegerse contra infecciones graves.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EEUU han recomendado acortar el intervalo entre la segunda dosis de la vacuna COVID-19 de Pfizer-BioNTech y la inyección de refuerzo a cinco meses. También se ha aprobado dispensar la tercera dosis a niños.