representa 2,4 puntos menos que el semestre anterior, lo que representa la tasa más baja del siglo, según el último informe del Observatorio de Emancipación del Consejo de la Juventud.
El estudio, que se ha hecho público este jueves y estaba centrado en la población de entre 16 y 29 años, muestra que hay que retroceder hasta el año 1998 para encontrar una tasa tan baja de emancipación juvenil. Esa cifra se expone como “marcador unívoco de la precariedad que la juventud arrastra de forma endémica”.
La crisis de 2008 provocó grandes problemas en las trayectorias vitales de una generación. Sin embargo, los efectos de la de 2020 han sido mucho peores, que vienen motivadas por la pandemia del Covid-19. Esto es debido a que el punto de partido era mucho más precario que el que había en el año 2008.
Hay un dato relevante en el primer semestre de 2021 puesto que aumentó la tasa de empleo juvenil cinco puntos respecto al año anterior. Sin embargo, ese crecimiento no permitió recuperar los niveles previos a la pandemia del Covid-19. Además, hay que tener en cuenta que la tasa de temporalidad entre los jóvenes aumentó 5,8 puntos.
Por tanto, si se analizan todos esos datos en conjunto, se puede comprobar que la precariedad de los que trabajan en esas edades, entre 16 y 29 años, ha aumentado en el último tiempo. A esto hay que sumar que, a pesar de la bajada de los precios de las viviendas libres, el descenso de la capacidad adquisitiva de los jóvenes no permite que estos se independicen.
A día de hoy, una persona joven que quiera emanciparse en solitario tendría que dedicar cerca del 81,9% de su sueldo al alquiler. En caso de no ser así, esa persona debería ajustarse a una superficie máxima tolerable de unos 29,3 metros cuadrados, según muestra el estudio del Observatorio de Emancipación del Consejo de la Juventud.
«Ni compartir piso hasta pasados los treinta ni seguir en el hogar familiar a esa edad son decisiones o modas generacionales, sino las inevitables consecuencias de un mercado inmobiliario cuyas condiciones expulsan a las personas jóvenes de forma constante», subraya el Consejo. Además, el informe ha querido recalcar que los problemas de emancipación juvenil española tiene un carácter estructural.