Mientras continúan avanzando las negociaciones para conseguir firmar un pacto sobre los cambios en la legislación laboral, Antonio Garamendi, presidente de la CEOE, ha emitido una nueva advertencia en la que el dirigente de la patronal afirma que no siente »presión por ninguna parte», pero que ha decidido apoyar solamente los cambios en la reforma laboral si es para mejorar la actual situación. Es decir, mejoras para las empresas.
Antes de las declaraciones de Unai Sordo, secretario general de CCOO, Garamendi declaraba en el foro NEF convocado por Economía Fórum que insistía en que la vocación patronal es la de llegar a un acuerdo pero, ha recordado, »solo si pensamos que para este país, para las empresas es algo adecuado».
»Nosotros estamos comprometidos para poder hablar de mejoras, nosotros no estamos concernidos en absoluto con un acuerdo de partidos para conformar Gobierno», ha sentenciado el presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales.
Reforma laboral del Partido Popular
Antonio Garamendi ha defendido, además, que después de las actuales cifras de recuperación de empleo existe »una ley, unas normas que han validado para que esto pase», refiriéndose a la reforma laboral creada por el Partido Popular. »Antes había 3,5 millones de personas en expedientes de regulación temporal de empleo y ahora hay menos de 150.000, y las cosas se están recuperando», ha mantenido el presidente de la CEOE, Garamendi.
»Si es para mejorar estaremos, si pensamos que no es bueno, diremos que no», ha declarado el presidente de la patrona, el cual afirma que rechaza sentirse presionado por el Gobierno. »No me siento presionado por nadie, mi obligación es que no me presione nadie», recordaba Antonio Garamendi.
Más de 35.000 empresas desaparecidas
En el evento también intervino el presidente de CEPYME, Gerardo Cuerva, que sí pudo acudir de forma presencial, y que recordó que »más de 35.000 empresas se han quedado en el camino» durante la pandemia. También señaló de que uno de los principales problemas actuales de las empresas españolas es el »desplome de su competitividad».