Miles de abejas sobreviven sepultadas bajo ceniza cerca del volcán de La Palma gracias a una capa de propóleo

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Miles de abejas han sido rescatadas vivas después de pasar unos 50 días sepultadas en colmenas bajo un manto de ceniza del centro eruptivo. Llevaban ahí desde que el volcán de La Palma entró en erupción a unos 600 metros de distancia.

El rescate estuvo formado por la Policía Local de El Paso, donde uno de ellos es apicultor. También con el apoyo de la Unidad Militar de Emergencias (UME) y de la Guardia Civil.

Tres colmenas habían quedado visibles y las otras tres estaban enterradas bajo la ceniza. Los agentes escarbaron para localizarlas y rescatarlas.

Cada colmena puede tener entre 30.000 y 40.000 abejas en primavera. En cambio, cuando hay menos flores, hay entre 20.000 y 25.000 abejas. Elías González, presidente de la Agrupación de Defensa Sanitaria (ADS) Apicultores de La Palma, cree que sobrevivieron porque lo que cae por esa zona es lapilli. Esto permite que pueda pasar el aire debido a su grosor.

También porque el dueño de las colmenas no había sacado la cosecha de miel de verano por lo que «tenían reservas de alimento».

Capa de propóleo

Aunque salvaron a miles de abejas, algunas de las más próximas al cono principal del volcán sobrevivieron a unas condiciones extremas. Para ello crearon una capa de propóleo. Se trata de un material resinoso con el que recubrieron cualquier rendija y dejaron poco hueco para entrar y salir.

La lava terminó sepultando las abejas, junto a las colmenas. Las abejas nunca las abandonan si hay crías dentro. La ADS Apicultores de La Palma indica que no les consta que hayan muerto abejas y tampoco que haya quedado inutilizada una colmena por la ceniza.