Los problemas a los que se enfrenta España cuando este domingo se cierre el gaseoducto que pasa por Marruecos

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Teresa Ribera, ha viajado este miércoles a Argelia, cuatro días antes de que expire el contrato para el suministro de gas a través del Gaseoducto Magreb-Europa (GME), uno de los dos que surten a España y a Europa.

El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, viajó por su parte a Argel el pasado 30 de septiembre y dijo haber obtenido garantías de Argelia de que mantendrá inalterado el suministro de gas a España, aunque el próximo 31 de octubre deje de utilizar el GME por su conflicto diplomático con Marruecos.

Por el gaseoducto que atraviesa Marruecos y llega a España por Tarifa llega a nuestro país el 20% del gas natural que consumimos.

A partir del domingo, por tanto, del GME sólo llegará a España el gaseoducto submarino que va desde a Argelia a Almería, cuyo volumen no sería suficiente para abastecer la demanda que hay en nuestro país. De ahí que no se descarte que el gas licuado llegue a los puertos españoles en buques, lo que encarecería los costes de transporte y, por extensión, aumentaría su precio.

La opinión de los expertos

¿Pueden las familias quedarse sin suministro de gas?

Este es un escenario que descarta Rodrigo Yagüe, profesor de Economía en la ‘OBS Business School’. «Creo que el riesgo de desabastecimiento para las familias es realmente bajo», explica.

La razón de ello es que «las reservas que en este momento tenemos de gas están al 81% de capacidad», tercia por su parte Javier Santacruz, profesor del ‘IEB Business School’.

Si se corta esta vía de suministro, ¿qué otras alternativas tenemos?

«El gas se transportará en barcos en forma de gas natural licuado», sostiene Yagüe, al tiempo que Santacruz matiza: «Ahora, sin embargo, hay una importante escasez de barcos, y el precio para poder traer ese gas natural es entre 4 o 5 veces superior al que se pagaba el año pasado por estas mismas fechas».

¿Podría aumentar el coste de la factura de gas natural?

Sí. En esto los expertos coinciden y se muestra tajantes. «Inevitablemente habrá una escalada en los precios que vamos a terminar pagando los consumidores, tanto en la factura del gas como en la de la electricidad», apuntan ambos.