El juego del calamar es el último fenómeno social y audiovisual de la factoría Netflix, aunque esta serie surcoreana esconde en sus entrañas mucho más que la marca de la plataforma de streaming. Desde los problemas económicos para poder llegar a la pequeña pantalla hasta los problemas dentales que ha desarrollado su creador.
Ha sido en una entrevista donde Hwang Dong-hyuk, mente pensante detrás de la serie del momento, ha desvelado que “física, mental y emocionalmente” esta ficción tuvo un carácter “agotador” para él. Y es que, “seguía teniendo nuevas ideas y revisando los episodios mientras estábamos rodando, por lo que la cantidad de trabajo se multiplicó”.
Tal fue el nivel de estrés que acumuló este surcoreano que ha afirmado que dicha presión le ha hecho perder seis dientes. Una visión de la que, no obstante, discrepan los profesionales odontólogos, pero que al parecer del creador de El juego del calamar tuvo su origen en el proceso de producción de dicha serie.
Asimismo, el éxito de esta ficción no le ha proporcionado una gran inyección económica. “Netflix me pagó de acuerdo con el contrato original”, no con la expansión y sorpresa posterior por parte de los telespectadores de medio mundo que sucumbieron a este fenómeno hasta elevar esta serie a convertirse en una de las más vistas de la historia de la plataforma.
Mucha realidad detrás del proyecto
Además, afirma, está basada en hechos reales. “Estaba muy apurado económicamente porque mi madre se jubiló de la empresa para la que trabajaba. Había una película en la que estaba trabajando pero no conseguimos financiación, así que no pude trabajar durante aproximadamente un año. Tuvimos que pedir préstamos mi madre, mi abuela y yo”.
De esta guisa Hwang Dong-hyuk reconoce que El juego del calamar no es tan utópica como parece, sino que detrás de la trama hay más realidad de la que parece. Y advierte: “Creo que el orden económico global en general es desigual y que alrededor del 90% de la gente cree que es injusto”. Por eso, “intenté transmitir un mensaje sobre el capitalismo moderno”. El objetivo: “Crear algo que resonara a nivel mundial”. Y lo ha conseguido.