La muerte accidental de Halyna Hutchins a manos de Alec Baldwin ha conmocionado a la opinión pública y ha generado un gran debate en el seno de Hollywood sobre el empleo de armas en los rodajes. Tanto es así que medios estadounidenses han llegado a señalar al responsable de la entrega del arma como el culpable, pero actualmente existen varias hipótesis sobre la mesa.
El asistente de dirección le proporcionó el arma al actor sin comprobar si había algún proyectil en su interior al grito de “¡Pistola fría!” [frase que confirma que no hay munición dentro]. Pero la historia se vuelve más oscura al descubrir que la supervisora del guion, Mamie Mitchell, dijo durante una llamada de emergencia que “el puto ayudante de dirección que me gritó en el almuerzo, preguntando por las revisiones. Se supone que él debe revisar las armas. Él es responsable de lo que sucede en el set”.
Unas declaraciones que ponen en el foco de la diana a David Halls, el hombre que en parece ser que entregó a Baldwin la pistola. De hecho, su trabajo consiste en supervisar la seguridad del plató y que la producción se desarrolle debidamente. Sin embargo, su posición al frente de estas tareas no es la primera vez que causa malestar en el entorno.
Antecedentes
“Hizo que la filmación fuera claustrofóbica, no fue capaz de establecer salidas de incendio, no mantuvo reuniones de seguridad antes del uso de armas y tenía bloqueadas las salidas de emergencia”, señaló la atrecista Maggie Goll.
Unas declaraciones y una situación que han puesto en el punto de mira el protocolo de seguridad de las producciones de Hollywood y que en el caso de Rust ya se ha abierto una investigación. El objetivo: conocer por qué había un proyectil en la pistola.