Luis Laria, el experto que ha resuelto el misterio del «monstruo» de los Lagos de Covadonga

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un ser de 15 metros de longitud». Varias personas aseguran haber visto una sombra enorme bajo las aguas del Lago Enol, por lo que comenzaron a formarse teorías similares a las del mito del lago Ness.

Sin embargo, el experto, Luis Laria, fundador de la Coordinadora para el estudio y protección de las especies marinas (Cepesma), ha resuelto todas las incógnitas que giraban entorno al asunto. Al comienzo, sus principales teorías se encuadraban dentro del abandono de una serpiente exótica o una anguila de grandes dimensiones. Sin embargo, todo ello ha sido descartado.

«Todo es fruto de la emulsión a superficie de gas desde la corteza subacuática que al ser expulsada simula un cordón en movimiento serpenteante», ha explicado Luis Laria. Además, defiende que las magnitudes que los testigos relataban son completamente factibles. «Cuando se hablaba de 15 metros también es factible tal magnitud», ha indicado.

También, barajó la posibilidad de que se tratase de un animal acuático que pareciera más grande como consecuencia del efecto lupa que se produce debajo del agua debido a la refracción de la luz sobre el Lago Enol. Toda esta información ha sido publicada por el experto, donde también ha explicado que hay antecedentes de este tipo de escapes de gases.

Las teorías del «monstruo» del Lago Enol

Son varias las personas que han asegurado ver un «monstruo» en el entorno de los Lagos de Covadonga. De hecho, han surgido varias teorías fantásticas sobre un posible avistamiento en el Lago Enol de una gran sombra debajo del agua. Se ha, incluso, comparado con el mito del lago Ness. Sin embargo, ya han sido todas ellas desmentidas. «Lo normal es que se trate de un ser serpentiforme», ha explicado Luis Laria, el experto que ha desvelado el misterio.

Las teorías que circulaban seguían dos direcciones. Por un lado, podría tratarse de una serpiente exótica, con un tamaño de unos cinco metros de longitud, que alguien hubiese abandonado en el entorno. Se pensaba que se trataba de una pitón reticulada.

«No sería la primera vez que esto sucediera en el parque nacional. Hará como 10 años recogimos una pitón albina que llegaba a los dos metros», ha explicado Luis Laria. Sin embargo, hay algo que no cuadra en este planteamiento. «Estas serpientes necesitan oxígeno, por lo que nadan con la cabeza fuera del agua. En este caso iba con ella por debajo», ha indicado.