Santiago Abascal, ha presentado en el Congreso de los Diputados una proposición no de ley para regular el nombre de los productos vegetales que imiten a la carne y así prohibir términos como ‘albóndiga vegana’ o ‘salchichas de tofu’.
El partido de derechas no está en contra de estos productos, pero sí de que se usen nombres de productos cárnicos en su denominación si están hechos con productos vegetales.
Denominación inadecuada
Tal y como se puede leer en el texto presentado por Vox esta semana, estos productos «son comercializados bajo una denominación inadecuada y errónea para hacer referencia a productos de origen no animal».
Según el partido liderado por Santiago Abascal, «con el desarrollo de estos nuevos productos, ha surgido un conflicto con el sector cárnico respecto a qué se conceptúa como ‘carne’ y cuándo se permite utilizar denominaciones que tradicionalmente han estado atribuidas a productos cárnicos como la hamburguesa, salchicha, escalope, etc».
«Lo lógico es que, si hay productos totalmente distintos, los nombres también tienen que ser totalmente distintos. Aunque las salchichas veganas y hamburguesas vegetales lograran contar con un tenor proteico significativo, éstas no presentan de ninguna manera los mismos valores nutricionales que sus homólogos cárnicos, ya que sencillamente no contienen carne», explica el partido en su proposición.
Normativa europea
Vox asegura que en el sector lácteo ya se produjo algo similar, y ya no es posible encontrar en los supermercados productos llamados ‘leche de soja’ o ‘queso de tofu’, ya que ambos términos, como ocurre con ‘mantequilla’ o ‘yogur’, sólo pueden referirse a productos de origen animal, por normativa europea.
Por ello, Vox pide al Gobierno que prohíba «la comercialización de productos a base de vegetales con las nomenclaturas propias de los productos cárnicos, como son las mencionadas ‘hamburguesa vegana’, ‘vegan nuggets’, ‘albóndigas veganas’, ‘carne picada vegetal’ o ‘salchichas de tofu’, entre otras».
«De esta forma se consigue evitar confundir al consumidor y se respeta el origen del alimento y a sus productores. En definitiva, es necesario llamar a cada cosa por su nombre y garantizar la veracidad de la información que se traslada al consumidor, eliminando, así, cualquier atisbo de publicidad engañosa», concluye la proposición de ley presentada por Vox.