16 años de la conocida como ‘Era Merkel’. Y este domingo, con las elecciones convocadas para la futura presidencia del país, Angela Merkel pone fin a su vida política y se retira definitivamente. En los últimos días como canciller de su país tiene muy claro dónde está su lugar: junto a su candidato, Armin Laschet.
Angela Merkel ha querido acompañar al conservador a modo casi de salvavidas porque los últimos sondeos auguran para él una sonora derrota. No obstante, en los últimos días ha conseguido remontar un poco pero todavía está por debajo de su principal rival, el candidato socialdemócrata Olaf Scholz.
Ninguna coalición en claro a escasos días de las elecciones
Lo cierto es que puede pasar de todo en los próximos días y que el domingo el batacazo se lo lleve el oponente del socio de la todavía canciller alemana. Pero, vistas las últimas predicciones, Merkel intenta salvar a su candidato como puede. En un principio, se situaba como favorito para convertirse en el nuevo líder alemán, pero su campaña se ha desplomado en las últimas semanas. Varios errores en plena campaña han afectado su credibilidad como candidato.
La mandataria agita el fantasma de un posible tripartito que incluya a vertientes de la izquierda para distanciarse lo máximo posible del socialdemócrata, que ha sido su vicecanciller y ministro de finanzas y para mucho su verdadero sucesor natural. Hace unos meses nadie habría apostado por su partido porque el partido de centro-izquierda se encontraba en una profunda crisis, generada en parte por haber estado a la sombra del bloque conservador de Merkel, como socio minoritario en el Gobierno federal.
Sea como fuere, y gane quien gane, el póquer final se va a jugar en las coaliciones entre partidos y ahora mismo todas parecen posibles, pero también inviables.