Joe Biden, en una Asamblea General de Naciones Unidas. Se enfrentaba a dar respuesta a dos de los temas más candentes en las últimas semanas que envuelve las relaciones diplomáticas de Estados Unidos con otros territorios: China y Afganistán. No ha dudado en asegurar que su país no busca «una nueva Guerra Fría» y que la violencia será «el último recurso» para afrontar los problemas.
Las fuertes tensiones con China – y también con sus aliados europeos, tras el acuerdo con Australia y el Reino Unido para reforzar la defensa en el Pacífico frente a su potencia rival – ha sido uno de los aspectos más destacados en el turno de Biden frente a la ONU. El mismo secretario general de la Organicación, Antonio Guterres, había pedido serenidad a los dos países momentos antes de la subida al estrado del estadounidense.
Una nueva «era de la diplomacia»
Guterres, advirtió que el mundo está ya «al borde del colapso» y pidió «diálogo» y «entendimiento» en la apertura de la Asamblea General anual de la ONU. «Nos enfrentamos a la mayor cascada de crisis de nuestra vida», dijo (refiriéndose la pandemia por la Covid-19).
«Me temo que nuestro mundo se dirige hacia dos conjuntos diferentes de reglas económicas, comerciales, financieras y tecnológicas, dos enfoques diferentes del desarrollo de la inteligencia artificial y, en última instancia, dos estrategias militares y geopolíticas diferentes».
Asimismo, y siguiendo las peticiones del secretario general de la ONU, Biden ha prometido abrir una «era de la diplomacia» tras la retirada de Afganistán y que «la violencia será siempre el último recurso». Defiende, no obstante, que para el conflicto israelo palestino la solución sigue residiendo en los dos estados pero que por ahora «ahora está muy lejos» de poder alcanzarse.
Aun con todo ello, asegura que ya «no podemos perder más tiempo» y que no es momento de volver a «un mundo dividido en bloques». Es hora, concluía el Biden, de que «trabajemos juntos por un mundo mejor», aclarando así sus intenciones por solucionar el persistente conflicto entre las dos potencias rivales.