En Afganistán durante los años del régimen talibán (1996-2001) los medios de comunicación no existían, pero tras la caída del régimen la comunicación en el país fue uno de los mayores logros conseguidos durante los últimos 20 años.
Solamente en Kabul, la capital del país había alrededor de veinte periódicos, pero «hoy en día no se puede encontrar ni siquiera un periódico», con las impresiones paralizadas durante el último mes, dijo a Efe Nasir Noori, director de Nai, un observatorio independiente afgano para la prensa libre.
En el último mes han cerrado en el país más de 150 medios de los 500 que estaban en activo, «el espacio para la prensa independiente y la libertad de expresión se reduce día a día, si la comunidad internacional y los talibanes no prestan atención, los medios de comunicación restantes también colapsarán o cerrarán», dijo.
«Los problemas de seguridad y financieros, la seguridad de los periodistas y otras razones deterioraron la situación (…) Los medios y los periodistas están pasando por sus peores momentos en los últimos 20 años» añadió.
Afghanistán Times
El Afghanistan Times, el principal y más prominente diario en inglés del país es uno de los afectados.
«No hemos impreso ni distribuido nuestro periódico en el último mes, sobre todo desde el día en que el Gobierno colapsó y los talibanes llegaron a Kabul» el 15 de agosto, dijo a Efe Nangialay Shahryar, miembro del Comité Ejecutivo de Afghanistan Times.
El periódico, que se estableció en 2006, distribuía entre 3.000 y 5.000 copias diarias.
«Esta es la primera vez en los últimos 15 años que cesamos nuestras operaciones durante tanto tiempo», reveló.
Fuga de periodistas
Según un informe de Reporteros Sin Fronteras (RSF) publicado a finales del mes pasado, el número de mujeres periodistas que trabajaban formalmente en estaciones de radio y televisión en la capital afgana pasó de 700 en el año 2020 a menos de un centenar desde la toma del poder de los islamistas el 15 de agosto.
Hoy la radio y la televisión ha dejado de transmitir programas de música y entretenimiento, y solo se ve y escucha temas políticos, sociales y religiosos.