Se pensó que el «dragón volador» solo habitaba el norte del continente americano. Además, lo consideraban como un animal costero que frecuentemente se acercaba a Cuba. Entonces, con el reciente hallazgo en Chile y otro de hace aproximadamente un mes, en Australia, se sugiere que este animal migraba de región, probablemente, debido a los cambios de estaciones. Sin embargo, esto todavía no se tiene claro. Se necesita de mayor investigación y nuevos hallazgos para determinar este comportamiento.
Distribución del «dragón volador» y otras especies
Los científicos buscan comprender la distribución de los animales en la era jurásica; que es en donde ubican a este «dragón volador». Entonces, así se podrían encontrar algunos detalles como la alimentación y, quizás, la existencia de otras especies que aún habitan el planeta.
«Esto muestra que la distribución de los animales en este grupo era más amplia de lo que se conocía hasta ahora», dijo Jhonatan Alarcón a Reuters, según publica el New York Post. Alarcón, de la Universidad de Chile, fue uno de los científicos que lideró la investigación.
«Hay pterosaurios de este grupo también en Cuba, que aparentemente eran animales costeros, por lo que lo más probable es que hayan migrado entre el Norte y el Sur o quizás vinieron una vez y se quedaron, no lo sabemos», añadió Alarcón.
Esta criatura se ubica entre los pterosaurios tempranos, un grupo de reptiles voladores, algunos de ellos, con dientes afilados. Unos animales realmente magníficos y depredadores peligrosos para el resto de otras especies.
Los pájaros dinosaurios de Australia
Durante la primera semana de agosto del año en curso, un equipo de expertos, de la Universidad de Queensland, encontró que un dinosaurio sobrevoló los cielos de Australia, hace 105 millones de años. Pero además, detallan que era una especie de reptil volador. Y algo que hubiese aterrorizado aún más si existiera en nuestros tiempos: “fue lo más cercano que hubo a un dragón, en la vida real”, dijeron en ese momento.
En primer lugar, los científicos encontraron el fósil exacto para determinar que estaban ante la presencia de un pterosaurio. Se trata de una membrana sostenida por el quinto dedo de la mano. Dicha identificación generalmente es la clave para identificar a estas criaturas, pero esta en específico se detalló por otra parte del cuerpo.
El nombre científico que recibió esta criatura fue Thapunngaka shawi. Y según los análisis realizados era una verdadera monstruosidad realmente para temer. Comencemos por las alas, que abarcan una envergadura (distancia de una punta a otra) de unos siete metros. Asimismo, su boca, pico u hocico, fue lo que lo ubicó como un animal cercano al mitológico dragón.