papa Francisco se reunió con los obispos, el clero y la vida consagrada en su segundo día de visita a Eslovaquia. Les dio un discurso sobre al misión evangelizadora de la Iglesia. Allí arrancó varios aplausos, sobre todo de las monjas, cuando habló de las homilías.
Propuso una Iglesia menos rígida y que deje una mayor libertad, en su discurso a los obispos y religiosos del país. El Eslovaquia, el número de católicos que representa el país es del 62%.
El discurso del papa se centró en dar consejos al clero del país y sobre las nuevas generaciones. «No les atrae una propuesta de fe que no les deje su libertad interior«, aconsejó.
También aconsejó la palabra «creatividad» para así «encontrar caminos, modos y lenguajes nuevos para anunciar el Evangelio». En este caso bromeó con que no se pueden hacer «homilías de 50 minutos que nadie entiende«.
«Si con nuestra predicación y con nuestra pastoral no logramos entrar más por la vía ordinaria, intentemos abrir espacios diferentes, experimentemos otros caminos«, continuó.
No más de 10 minutos
Explicó que una homilía no debería ser más allá de los 10 minutos. Se debe a que la gente, después de pasados ocho minutos, pierde la atención si no es muy interesante.
En aquel momento, las monjas comenzaron a reírse sobre las palabras del papa Francisco. También aplaudieron sus palabras.
Seguidamente, el papa paró el discurso. «Me permito una maldad, los aplausos lo comenzaron las religiosas que son las víctimas de nuestras homilías«, afirmó.
Una homilía consiste en un discurso de tema religioso. Por lo general se pronuncia durante el culto cristiano.
El papa continuó con el discurso, que terminó hablando de la necesidad de «diálogo» porque «una Iglesia que forma en la libertad interior y responsable, que sabe ser creativa, es también una Iglesia que sabe dialogar con el mundo».