se vigila que se cumplen las medidas sanitarias establecidas.
Durante la tarde, se ha visto cómo se respetaban esas medidas de seguridad. Había vallas para controlar los aforos y también voluntarios que han recordado que el uso de mascarilla es obligatorio, siempre y cuando no se pudiera respetar la distancia de seguridad.
Sin embargo, con el acto oficial ya ha terminado, la imagen es todavía de cientos de jóvenes celebrando esta fiesta, que tuvo que ser pospuesta desde el pasado mes de junio a causa de las restricciones. Tras esto, cientos de personas continúan en las calles apenas sin respetar la distancia de seguridad y muchos de ellos también sin mascarilla.
Orgullo contra el VIH
En la celebración del Orgullo de Barcelona han participado unas 5.500 personas, según los datos del Ayuntamiento de Barcelona. Este año los organizadores se han centrado en sensibilizar a la población sobre el estigma que todavía supone el VIH.
Los organizadores han señalado que esta se trata de «una lucha que no terminará hasta que las personas con VIH sean tratadas con igualdad en todos los ámbitos de la vida: personal, social, institucional o laboral». Por ello, han lanzado la campaña de que las personas con el virus en tratamiento y que tienen una carga viral indetectable no lo pueden transmitir.
Además, la campaña pretende no solo sensibilizar contra el VIH sino también contra el resto de enfermedades de transmisión sexual, así como de utilizar preservativo y evitar prácticas de riesgo.