COVID-19 ha aumentado en la quinta ola. Por ejemplo, durante la segunda ola, del 11 de octubre al 9 de noviembre de 2020, se produjeron 1.618 ingresos en la franja de edad de 30 a 39 años, mientras que del 11 de julio al 9 de agosto de 2021 la cifra casi se duplicó, 2.910.
Sin embargo, entre niños y adolescentes es menos frecuente acabar en el hospital. Según los datos de Sanidad, 719.271 menores de 18 años se han contagiado de coronavirus, de ellos sólo el 1% ha necesitado ingreso hospitalario.
Este porcentaje es aún menor en las unidades de cuidados intensivos, donde el 0,05% de los pacientes han permanecido en los espacios de críticos por COVID-19.
También desciende la incidencia acumulada a 14 días en grupos de edad de 12 a 19 años hasta situarse en los 665,67 casos. Por comunidades, La Rioja (1.128), Extremadura (1.338,05), Cantabria (1.185,09) y Castilla y León (1.007,61) son las regiones que registran una tasa superior a los 1.000 positivos en este grupo etario.
Los jóvenes de 20 a 29 años mantienen una incidencia acumulada de 545,24 casos a 14 días, siendo País Vasco (1.025,63) y la ciudad autónoma de Ceuta (1.075,96) los territorios que registran un porcentaje mayor de infecciones.
Vacunación entre los jóvenes para frenar la COVID-19
A finales del pasado mes de julio, la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) aprobó el uso del fármaco anticovid de Moderna para los jóvenes entre 12 y 17 años. El Comité de Medicamentos para Uso Humano (CHMP) de la EMA recomendó la vacuna covid-19 Spikevax de la farmacéutica estadounidense de biotecnología.
Los efectos de Spikevax fueron analizados a partir de un estudio con 3.732 jóvenes de esas edades que demostró que la solución producía una respuesta de anticuerpos comparable a la de los adultos con edades de 18 a 25 años.